Buenos Aires (Jueves, 15-03-2012, Gaudium Press) Como «una profunda herida en la protección de los derechos humanos fundamentales de los niños por nacer» calificó la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina la sentencia de la Corte Suprema de ese país mediante la cual despenaliza la práctica de abortos en mujeres víctimas de abusos sexuales. La institución emitió de forma inmediata una declaración oficial el pasado martes 13 de marzo, «en razón de la trascendencia pública» de esta decisión.
Universidad Católica Argentina |
Entre los errores que, a juicio de los académicos, contiene la sentencia se destaca la contradicción de reconocer «que el niño por nacer es una persona desde la concepción» tal como lo establece la ley argentina, pero al mismo tiempo afirmar «que la protección de su derecho a la vida no es absoluta». Esto equivale a reconocer el derecho a la Vida, pero no protegerlo.
«Sorprende que se invoque la dignidad e inviolabilidad de la persona», en este caso de la madre, «como fundamento de una sentencia que priva a cierto grupo de seres humanos, las personas por nacer, de la vida, la dignidad y los derechos fundamentales», señaló con vehemencia el comunicado. Esta realidad de la dignidad e inviolabilidad de la vida humana «exigían una respuesta distinta del máximo Tribunal».
La declaración denunció con claridad el mal que produce la decisión de la Corte Suprema: «En realidad, el aborto no es ni un derecho ni un acto médico, sino un drama social y un atentado directo contra la vida de una persona. Por tal motivo, entendemos que el fallo introduce un profundo quiebre en las bases del Estado de Derecho y del sistema de derechos humanos».
Finalmente, la universidad deja en claro su posición frente a la orden judicial de poner al orden jurídico y el sistema de salud al servicio del aborto, en contra de la consciencia de sus miembros: «No se puede imponer a operadores jurídicos y profesionales de la salud la realización de acciones que impliquen quitar la vida a seres humanos. La importancia del derecho a la vida exige que se extremen los recaudos para una interpretación que preserve el derecho de todos y que se adopten las medidas para proteger integralmente a las víctimas de violencia sexual a través de una adecuada asistencia integral».
Otras organizaciones se sumaron a las voces de rechazo a la despenalización del aborto en Argentina para casos de violencia sexual. En declaraciones publicadas por la agencia ACI, la asociación Pro-vida calificó la sentencia como «un grave retroceso moral y establece un doble estándar». Fampaz también se refirió al hecho y denunció que, en casos como este, «la mujer es utilizada como excusa, para liberar de penas legales a los médicos y las clínicas abortistas. Al mismo tiempo, se pone a la madre en camino de cometer un homicidio, contra su propio hijo por nacer».
Frente Joven, otra de las organizaciones que se pronunciaron contra la sentencia, afirmó que existe un grave desconocimiento por parte de los juristas de la realidad de las mujeres que han padecido una violación y lo que en realidad puede ayudarlas a superar el trauma. Para esta agrupación es preocupante, «sobre todo, la errónea visión que se está difundiendo sobre las consecuencias psicológicas que sufre una mujer víctima de una violación. Claramente, el aborto es una agresión, no una ayuda a la mujer violada».
Otras voces de protesta advirtieron que el fallo tiene consecuencias futuras muy graves para Argentina: «Es una forma de empezar a abrir las puertas al aborto no punible», afirmaron representantes de Salvemos a la Familia, «ya que cualquier mujer podría argumentar violación para practicarse un aborto sin tener consecuencias penales». Esta organización calificó la noticia de la sentencia como «el martes 13 de los niños por nacer», refiriéndose a la popular connotación negativa de esta fecha.
Con información de ACI.
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