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Ciudad del Vaticano (Viernes, 16-03-2012, Gaudium Press) Muchas personas tienen la curiosidad de saber cómo es el día a día del Papa. Otras preguntan cómo habría sido para el Cardenal Joseph Ratzinger asumir el puesto más alto de la Iglesia Católica, volviéndose sucesor de San Pedro. Pero también, ¿cómo sería para el Cardenal Ratzinger tomar posesión del lugar ocupado durante 27 años por Juan Pablo II, que era también, su amigo personal?
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| El padre Alfred Xuareb al lado del Papa Benedicto XVI en Castel Gandolfo |
Preguntas como éstas fueron respondidas por el Padre Alfred Xuareb, segundo secretario del Papa Benedicto XVI durante un encuentro con jóvenes de una parroquia de Nichelino, en Italia, donde respondió varias preguntas sobre lo cotidiano del Papa y su relación con los colaboradores y con las personas que viven con él.
El sacerdote explica que «el Señor quiere y pide a cada uno de nosotros una cosa diferente. El Papa Ratzinger tuvo el coraje y la capacidad de ser él mismo. Yo «lo admiro por eso», comentando sobre la tarea del Papa de recibir el legado dejado por Juan Pablo II y su carisma.
El Padre Alfred está diariamente a lado del Pontífice y dice que «Benedicto XVI es sereno, se apoya en una enorme fe. Es un hombre que continúa viviendo el Evangelio de modo simple».
Sobre el día a día en el Vaticano, el religioso dice que su trabajo «comienza diariamente a las 6:00 horas y termina a las 21:00 horas. Casi todos los días, el Papa recibe huéspedes. Los miércoles, recibe a una multitud en las audiencias generales. Nosotros preparamos la documentación para todos estos encuentros, además de seleccionar las correspondencias que llegan a los millares».
Otra tarea del secretario es reunir y redactar todos los pedidos de oración que llegan al Papa de personas enfermas, que pasan dificultades o sufrimientos. «Esta lista es colocada en el genuflexorio de la capilla en la cual el Papa reza en intimidad», revela el padre.
Un detalle que llama mucho la atención del Padre Alfred es el hecho de que, incluso con muchas actividades, el Papa siempre se acuerda de las personas. «Después de varios días, él pide informaciones sobre situaciones, hace preguntas sobre alguien». Él dice también que, esta relación humana y paterna es constante también con sus colaboradores: «Cuando yo llamo a Malta, a mi casa, el Papa se interesa siempre sobre la salud de mi madre».
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