Santiago (Lunes, 19-03-2012, Gaudium Press) El pasado viernes 16 de marzo, en las dependencias de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) el portavoz de dicho organismo, Jaime Coiro, dio a conocer públicamente la declaración de los obispos en relación a los últimos acontecimientos ocurridos en la región de Aysén, en el extremo sur del país.
Jaime Coiro, portavoz Episcopado Chileno |
El mensaje del episcopado se enmarca en el contexto de las violentas protestas que se han registrado en la zona debido a los enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes con motivo de las demandas que exige el llamado Movimiento Social por Aysén al gobierno central.
La Iglesia mira con gran preocupación lo que ocurre en la región, especialmente porque a la fecha el diálogo entre los manifestantes y el ejecutivo se encuentra en «punto muerto» y se teme que con la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado -que el gobierno ha decidido aplicar- la escalada de violencia vaya en aumento.
Adjuntamos el texto íntegro de la declaración:
Junto a la comunidad de Aysén en esta hora delicada
1. Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile hemos seguido con interés y gran preocupación los hechos que se están viviendo en la región de Aysén, a propósito de la formulación de demandas sociales que la Iglesia conoce bien desde su presencia misionera en el Vicariato Apostólico y sus organismos de reflexión y servicio.
2. Los planteamientos del movimiento social no son ajenos a la Iglesia local, y tampoco a la Iglesia del país. En efecto, «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo» (GS 1). Nos parece que el esfuerzo por promover una conciencia compartida de las demandas de las regiones extremas es altamente valorable. No podemos permanecer indiferentes ante el clamor de comunidades que se sienten postergadas, desoídas e incluso ignoradas.??
3. Apreciamos el esfuerzo que desde las organizaciones sociales y de las autoridades del Gobierno se ha impulsado para establecer una mesa de diálogo en que se busque con generosidad un entendimiento. Conocemos también las complejas dificultades para lograrlo. Nos duele y preocupa que la violencia en el accionar y en el discurso termine torpedeando los acuerdos, contra la voluntad mayoritaria de buscar soluciones reales en un clima de paz y respeto.??
4. A todas las personas e instituciones directa e indirectamente involucradas en este conflicto, les pedimos con toda nuestra fuerza desplegar sus mayores esfuerzos para evitar la violencia. Cuando se anteponen al diálogo la presión ilegítima, las amenazas e intransigencias, la fuerza desplaza a la razón y es la comunidad en su conjunto la principal perdedora.?
5. Que el Dios de la Paz derrame su Espíritu para iluminar a los protagonistas de esta hora delicada, por el bien de toda la comunidad, especialmente por los más pobres y vulnerables.
6. Nos unimos a la plegaria del Obispo de Aysén: «Que Santa María, discípula de Jesús, madre de Aysén, señora de la paz, Virgen orante, estrella de justicia y de paz, nos acompañe por los caminos de una vida fecunda y santa, asumiendo la muerte y resurrección de Cristo, vivo y presente, hoy, en medio de su pueblo».?
Deje su Comentario