Ciudad del Vaticano (Martes, 20-03-2012, Gaudium Press) Se concluyó la visita de la Santa Sede a la Iglesia de Irlanda por el escándalo de los abusos sexuales sobre menores cometidos por religiosos. Hoy fue presentado en inglés el informe final en el Sumario «Findings of the Apostolic Visitation in Ireland.» La Visita Apostólica fue deseada y anunciada personalmente por el Papa Benedicto XVI en la Carta del 19 de marzo de 2010 dirigida a los católicos de Irlanda.
En el Sumario se pide más atención a las víctimas y a la formación de los seminaristas. El documento reafirma el sentido de perplejidad expresado por el Papa Benedicto XVI en la Carta a los Católicos de Irlanda, y la proximidad que manifestó a las víctimas de tales actos pecaminosos y criminales cometidos por sacerdotes o religiosos.
Fue una visita de carácter pastoral, resalta el documento. Ella certificó la gravedad de las faltas que dieron lugar en el pasado a una no suficiente comprensión y reacción, también por parte de los Obispos y Superiores religiosos, al terrible fenómeno del abuso de menores. El momento de cambio fueron los años 90 cuando en la Iglesia se llegó a una mayor consciencia del problema y los profundos cambios en el modo de enfrentarlo.
La recomendación, después de la Visita para los Obispos, es que la asistencia a las víctimas sea cada vez más atenta. El texto repite las «Líneas guía» del documento «Safeguarding Children» de 2008, un instrumento eficaz para administrar las denuncias de abuso y para aumentar la sensibilidad de toda la comunidad cristiana en materia de tutela de los menores, que en práctica prevé «un capilar envolvimiento de los fieles y de las estructuras eclesiásticas en el trabajo de prevención y formación; una estrecha colaboración con las autoridades civiles en la tempestiva señalización de las acusaciones; el constante se reenvió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, para aquello que es de su competencia.» El documento será actualizado según las indicaciones publicadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe del 3 de mayo de 2011, y periódicamente revisadas.
El Sumario expresa también la apreciación por el trabajo del «National Board for Safeguarding Children» que debe ser apoyado y difundido en las diócesis. Obispos y superiores religiosos son llamados a colaborar con ella para desarrollar una normativa para tratar los casos de sacerdotes o religiosos a quienes se les han hecho acusaciones, pero en relación con los cuales el Ministerio Público haya decidido no proceder.
En la parte sobre las visitas en los seminarios, se nota un evidente empeño de los formadores y de los seminaristas, y atención por la formación intelectual, humana y espiritual. El documento pide el refuerzo de la responsabilidad de los Obispos en la gestión de los Seminarios; implicación de los criterios de admisión más coherentes, así como asegurar que los seminaristas residan en edificios reservados a ellos; e incluir también en el recorrido académico una profunda formación en las materias de defensa de los menores.
Además se desea establecer normas para facilitar el retorno al ministerio de sacerdotes falsamente acusados y ofrecer la adecuada atención pastoral a los sacerdotes o religiosos que hayan sido considerados culpables de abusos a menores.
A los institutos religiosos se les pidió disponer de un programa trienal de profundización del carisma de fundación y de las respectivas fuentes, desarrollando medios adecuados para revitalizar las comunidades en los aspectos de la oración, vida en común y misión apostólica. Y a los religiosos se les solicitó ocuparse de la pastoral de las víctimas.
Este documento concluye con algunas indicaciones pastorales referentes a la formación en los contenidos de la fe, al valor del empeño de los laicos, al papel de los profesores de religión y a la apertura a la contribución de los movimientos y asociaciones, hasta a la fidelidad a las enseñanzas del Magisterio.
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