Menú 
 |
| Mons. Ezzati, en declaraciones a los medios de comunicación |
Santiago (Viernes, 23-03-2012, Gaudium Press) Cercano al mediodía del jueves 22 de marzo, el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en compañía del Alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, recorrieron el interior y exterior de la Catedral Metropolitana para constatar los daños que sufrió el principal templo capitalino luego que la noche anterior, una vez culminada la manifestación en apoyo a las demandas del movimiento social por Aysén, una turba de encapuchados atacaran incendiariamente la puerta principal y lanzaran piedras contra los vitrales de la parroquia El Sagrario.
En la ocasión el prelado dijo que «más que el daño material yo quisiera poner el acento sobre el daño espiritual y moral» de estos lamentables hechos. «La Catedral es un símbolo de la historia del país, historia que se ha construido desde el Evangelio de Jesucristo, por lo que esos atentados desconocen la historia, desconocen lo que el Evangelio y la Iglesia han construido a lo largo de 450 años aquí en Santiago», agregó.
Monseñor Ezzati destacó que este tipo de ataques «denigran a la persona que los realiza, porque revelan un ánimo que no está a la altura de una cultura de respeto a las personas y a las instituciones». Asimismo señaló que comportamientos de este tipo «incentivan la violencia y destruyen lo que el Cardenal Silva llamaba ‘el alma de Chile'».
 |
| El alcalde junto al Arzobispo de Santiago, recorriendo el templo afectado |
«El primer pilar es construir confianzas. Si no hay confianza entre nosotros no puede haber diálogo, y si no hay diálogo la respuesta es justamente la violencia, que es un acto desesperado que engendra violencia y no es la solución para los problemas que enfrentamos», concluyó.
Por su parte, el alcalde Pablo Zalaquett manifestó que «para mí, lo más doloroso, como católico y alcalde de Santiago, fue lo ocurrido acá en la Catedral. Cuando hay grupos de personas que ya no sólo no les basta con destruir, sino que son capaces de atacar nuestra iglesia, nuestra Catedral, el Sagrario, significa que se ha perdido toda la cordura, todo el respeto, incluso a lo sagrado. Ese no es el Chile que queremos».
Deje su Comentario