León, Guanajuato (Lunes, 26-03-2012, Gaudium Press) Al concluir el viaje apostólico de Su Santidad Benedicto XVI a tierras mexicanas, el Padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa del Vaticano, hizo un balance de lo sucedido en entrevista con Radio Vaticano. El sacerdote comentó sus impresiones y destacó el mensaje de consuelo a un país con grandes dificultades y sufrimientos. «En el centro del mensaje había una invitación a la esperanza (…) Las palabras de aliento y de esperanza del Papa son las que quedan en el corazón», afirmó.
El P. Lombardi resaltó, sobre todo, el momento cumbre de la Eucaristía multitudinaria, que transmitió para él una gran alegría, al tiempo que mantuvo la serenidad y la intensidad de la oración. La celebración fue, en sus palabras, «de una belleza extraordinaria, un momento de gran gracia». «Alrededor de la Eucaristía», continuó el sacerdote, «se ha consumado la reunión (…) de un pueblo que ama al Papa y que en su tradición que tiene fuerte vínculo espiritual con la Sede de Pedro». Esta expectativa se vio colmada, según el P. Lombardi, en el encuentro con Benedicto XVI y en la escucha de su mensaje «claro, simple, básico, pero fuente de esperanza y consuelo: la fe y la esperanza que pueden renovar el corazón y renovar la vida de la persona y la sociedad».
Aunque se trató de un mensaje de consuelo, el Santo Padre no desconoció la difícil realidad que enfrenta México, con los retos de la secularización y la tentación de desaliento ante la creciente violencia del narcotráfico. Para el P. Lombardi, la visita de Benedicto XVI es una forma de recordar que «la fe tiene raíces profundas, pero debe ser continuamente revivida y que debemos encontrar maneras de ayudar a traducir esta fe en práctica constantemente». Además, la presencia del Papa reafirmó que «la Iglesia responsabilidad de guiar y enseñar» frente a estos temas y que «hay que tener cuidado para que la fe se cultive en su totalidad», afirmó el sacerdote.
El portavoz también destacó que el mensaje de Benedicto XVI no es exclusivo para esa nación. «La presencia en México tenía un significado intencionalmente continental», aseguró el sacerdote. «Esto fue evidente con la presencia de los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el continente latinoamericano y también de América del Norte». La visita ocurre para el P. Lombardi en un momento de cambio y desarrollo, de reconocimiento de las propias raíces y de la vocación, en el cual la Iglesia desea aportar y construir.
Finalmente, el sacerdote y jefe de prensa se refirió al recuerdo que probablemente conserve con más cariño de este viaje de Benedicto XVI a México: «Sinceramente, tengo que decir que la Eucaristía en el Parque Bicentenario – en mi opinión – es la más bella, tanto en su ambiente como en su contexto, que recuerdo del pontificado de Benedicto XVI». Esta celebración significó «la cumbre del encuentro de una visión de fe, ya que es en la Eucaristía que nos encontramos; (…) el Papa se reunió con el pueblo mexicano en la fe, en torno a la mesa de la Eucaristía, y con el Santuario y la gran estatua de Cristo Rey que se veía en el fondo y los bendecía». Este fue «el centro, el corazón, el punto culminante de este viaje a México», concluyó.
Con información de Radio Vaticano
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