La Habana (Jueves, 29-03-2012, Gaudium Press) «¡Cuba, reaviva en ti la fe de tus padres! Extrae de ella la fuerza para edificar un futuro mejor, confía en las promesas del Señor, abre tu corazón a su Evangelio para renovar auténticamente la vida personal y social». Así, Benedicto XVI se despidió de Cuba concluyendo su 23° viaje apostólico internacional, que lo llevó a la isla y antes a México. Viaje que podrá ser llamado de histórico, como el de Juan Pablo II. Las personas, tanto en México como en Cuba, recibieron al Papa con gran calor.
Benedicto XVI estuvo en Cuba como «testigo de Jesucristo» |
Benedicto XVI estuvo en la isla como «testigo de Jesucristo» para «recordar su mensaje de salvación, para que fortalezca el entusiasmo y la solicitud de los Obispos cubanos, así como de sus sacerdotes, los religiosos y de aquellos que generosamente se preparan para el sacerdocio y la vida consagrada; y sirva de nuevo impulso también para cuantos colaboran, con constancia y abnegación, en la obra de evangelización».
El Santo Padre estuvo tres días en Cuba, donde llegó el lunes pasado. Fue a la ciudad de Santiago de Cuba y a la capital La Habana. En las calles siempre fue recibido por multitudes que lo acogieron en fiesta gritando y saludándolo con banderitas.
Antes de partir para Roma, el Pontífice también reafirmó el mensaje de esperanza y amor: «El camino que Cristo propone a la humanidad -dijo- y a cada persona y pueblo, en particular – no impide en nada, antes al contrario, es el factor primero y principal de su verdadero progreso». El Papa hizo votos para que los cubanos hagan «fructificar lo mejor del alma cubana, sus valores más nobles, sobre los cuales es posible fundar una sociedad de amplios horizontes, renovada y reconciliada».
Hizo también votos para que «nadie se vea impedido de tomar parte en esta tarea apasionante por la limitación de sus libertades fundamentales, ni eximido de ella por negligencia o carencia de recursos materiales».
En la partida del Papa, La Habana «lloró»: una fuerte lluvia hizo que la ceremonia de despedida fuese abreviada y realizada en el interior del aeropuerto.
El Santo Padre partió con destino a Roma con 30 minutos de atraso.
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