Roma (Jueves, 29-03-2012, Gaudium Press) Desde enero pasado el Cardenal brasileño João Braz de Aviz guía el Dicasterio de la Curia Romana que se ocupa de más de un millón de consagrados esparcidos en los cinco continentes, la Sagrada Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. No es miembro de una comunidad religiosa, pero aprendió mucho con esta realidad y su larga experiencia en guiar dos diócesis brasileñas, la de Maringá y Brasilia ahora introduce la instauración de una relación directa con tantas familias religiosas y el establecimiento de la confianza recíproca, en un clima de diálogo y transparencia.
Gaudium Press habló en Roma con el purpurado.
Gaudium Press – Pasó más de un mes de su creación cardenalicia. ¿Cómo Su Eminencia recuerda este evento? ¿Qué palabras del Santo Padre fueron más significativas para usted?
El Card. Braz de Aviz, tras recibir el birrete cardenalicio, en febrero pasado |
Cardenal João Braz de Aviz – Las palabras del Santo Padre en el consistorio trazan una figura muy bella del cardenal. Yo ahora las quiero reproducir un poco más y las quiero colocar delante de mí para que yo recuerde siempre aquello que es esencial de aquel discurso. No hay una ordenación, hay solamente una creación, un nombramiento, entretanto una realidad que coloca a tantos obispos muy próximos, realmente muy próximos del Santo Padre.
También para estos cardenales que están esparcidos por el mundo, pero muy ligados a la misión de la Iglesia. Eso es un aspecto con el cual tenemos que tener mucha atención que la unidad de la Iglesia parte de esta figura tan central de la Iglesia que es el Vicario de Cristo. Esto para nosotros es una experiencia de fe. Tenemos que tener en el corazón, muy profundamente que nuestra misión no es una misión de estrella, sino una misión de luz que recibimos de Alguien y que tenemos que mantener viva.
Esto explica también el color de las vestimentas. Cuando el Santo Padre dice que nuestra fidelidad debe ser la tarea de dar la vida si necesario para salvar esta unidad de la Iglesia. Incluso porque tengo estas palabras en mi lema episcopal «Omnes unum sint», que todos sean uno, para mí significa confirmar el deber para trabajar por esto.
(…) El Papa dijo que al transmitir la fe hoy el testimonio está en primer lugar. Porque tenemos que presentar alguna cosa vivida, testimoniada. Eso nos deja en la libertad como Dios. Dios nos salva pero sin embargo no nos salva sin Dios. Si digo de sí estoy dentro de esta salvación. Eso debería venir a la luz también en nuestra relación. En este sentido veo la figura del cardenal como este cuerpo grande que tiene una responsabilidad próxima al Santo Padre de varias misiones, en mi caso es cuidar de los religiosos y las religiosas, que tenemos que ayudar al Santo Padre en este camino. Así, creo que la Iglesia será bella.
Gaudium Press – Este espíritu de unidad, Su Eminencia introduce también en la realidad de los religiosos. ¿Cuál es el balance de su primer año en el Vaticano así repleto de varias situaciones ya sea positivas como difíciles? Hablando sobre los casos más dolorosos, ¿cómo siguen y cuándo terminan las investigaciones sobre las religiosas en los Estados Unidos y los religiosos en Irlanda?
Cardenal Braz de Aviz – Son dos trabajos intensos que fueron también largos, el de Irlanda con una intervención directa del Santo Padre, porque él lo quiso explícitamente en la Carta dirigida a los católicos irlandeses. Fue muy amplia también porque envolvió a los sacerdotes, los seminarios y también a los religiosos. Tradujo el resultado muy bueno porque allá la colaboración de aquellos que fueron visitados y el trabajo de los cuatro visitadores fueron bien hechos. Ahora se está llegando a la síntesis final para publicar una evaluación. Esto en lo que se refiere a Irlanda. Pensamos que el futuro de todo eso sea realmente una purificación de la Iglesia, es también reencontrar un poco el camino. Hay consecuencias, hay errores que deben ser reparados ciertamente. Todo en el tema de las víctimas. Entretanto se ve que este coraje del Santo Padre tuvo un efecto muy grande, también para el bien de la Iglesia ya sea para Irlanda como para toda la Iglesia. Porque no es solamente el problema de Irlanda, están las situaciones en todo el mundo.
En relación a las monjas de los Estados Unidos, es un trabajo principalmente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Aunque nosotros estemos directamente ligados en el sentido que esta visita canónica hecha por una monja que fue una visitadora indicada por nuestro Dicasterio, sin embargo toda la cuestión está ligada a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Estamos intentando ver allí cómo llegar a algunos resultados para comunicarlos. Pero no dependerá de nosotros, sino de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Gaudium Press – ¿Su Dicasterio está envuelto en la preparación del documento final?
Cardenal Braz de Aviz – No. Nosotros hicimos lo que nos fue pedido, el resto del trabajo depende de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Gaudium Press – Su Eminencia al evaluar la situación de los religiosos y las religiosas no tiene miedo de hablar también sobre las dificultades y las cosas que no van bien. ¿Qué la Iglesia aprendió en este último año con las situaciones dolorosas?
Cardenal Braz de Aviz – Creo que después del caso de la pedofilia que envolvió a personas de expresión de la Iglesia como sacerdotes, religiosos, obispos, personas que se equivocaron de algún modo en el proceder moral, como este caso de un obispo de los Estados Unidos con hijos, también otros problemas tal vez esto nos ayude a entender porqué el Santo Padre hace tanto para que las personas que sigan a Jesús sean transparentes. Esto es, entre aquello que nosotros somos y aquello que aparece no debe haber una disfunción, debe ser una cosa única. Esta autenticidad crea dolor también porque tenemos que dejar una cultura donde muchas veces encontramos razones que no son del Evangelio.
Se encuentran situaciones cuando no se dice toda la verdad, se dice parte de la verdad. Este modo de hacer no es bueno porque el Evangelio protege esto. Jesús dice que sí, y no que no. No hay en medio de eso sí y no. Esto es algo que debemos re-aprender. Dejar que el Evangelio nos modifique y nos convierta. Creo que eso nos ayudará. Tal vez la cosa más linda es que nos hará más simples. Más libres. También más aptos para oír. De no dejar de seguir a Jesús porque Él para nosotros es la verdad. No una verdad, sino todo para nosotros. Sin embargo, si nosotros no damos a este Jesús, sino damos un poco mezclado con otras cosas, cierto que para el mundo esto no está correcto. No funciona también para nosotros. Creo que el primer resultado será esta búsqueda de una vida más verdadera. Hacer coincidir la verdad y la caridad, dice el Papa. Esto es, yo no debo ser superior a alguien, no debo ser aquel que comanda. Debo ser aquel que da la vida. Esto vale si aprendemos bien hoy a partir de los otros, a partir de aquello que el misterio de Dios nos hace entender. Yo creo mucho en esta fuerza de la Iglesia, en los momentos de la conversión.
Gaudium Press – Su Eminencia viaja tanto. Entre los dolores hay también ejemplos alentadores…
Cardenal Braz de Aviz – Estuve en Polonia. Fue una visita muy interesante. Después estuve en África para los religiosos y religiosas. Fue un momento muy bonito porque en Uganda había un encuentro de todas las conferencias de África, son 41, allí estaban presentes 21. Por el hecho de que había ido allá como prefecto, repercutió muy bien. Esto se hacía ya antes. No vinieron todas las conferencias, sino hay un movimiento de caminar juntos. Esto es muy bonito. Se ve que hay también una vitalidad. Aquí cuando se va visitar alguna congregación se abre para usted una, allí viene una monja formadora con 15 – 20 jóvenes monjas. Se vio también color en las ropas. Allí hay tantas vocaciones. Era interesante para mí, ver al África, nunca había ido allá. Ahora, principalmente cuando el Papa habla tanto sobre el África, me parecía bueno conocerla. Fue una oportunidad muy buena, quedé sorprendido con la presencia de los mártires en Uganda. Se tornaron mártires solamente seis años después de su conversión. Entretanto se volvieron punto de referencia para toda la nación. Eso es muy interesante.
Aquí en Roma visité más de cien congregaciones. Está el deseo de poder ayudarnos, de poder conocernos, de poder llegar a las cosas no solamente tratando los casos, sino a través de una conversación con las personas que quieren estar cerca de Dios. Otro aspecto positivo es aquel que dentro de la Congregación nosotros sentimos que creció la comprensión, la confianza recíproca entre nosotros. Se convirtió en un trabajo cada vez más de equipo. Nos gusta mucho eso, por tantas cosas tenemos resultados siempre juntos.
Gaudium Press – Los próximos pasos, ¿proyectos?
Cardenal Braz de Aviz – Ahora estamos intentando, principalmente Mons. Tobin [secretario de la Sagrada Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica], tener un diálogo grande con las cinco oficinas para arreglar un poco nuestro Dicasterio y retomar algunas cosas que están paradas. Algunos documentos por ejemplo, que fueron requeridos por las asambleas en el pasado y que tampoco fueron concluidos. Entonces vamos intentar continuar ese trabajo, de llevar adelante también los procesos un poco difíciles para que no se queden parados. También ahora tenemos delante de nosotros el Sínodo sobre la Nueva Evangelización. La contribución de nuestro Dicasterio, esto es todavía algo que estamos iniciando para poder llevar la contribución después del Sínodo también para los religiosos. Son los puntos que tenemos delante de nosotros en el momento.
Gaudium Press / Anna Artymiak
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