Roma (Lunes, 02-04-2012, Gaudium Press) El beato Juan Pablo II falleció hace siete años, el 02 de abril de 2005, pero «permaneció en nuestros corazones y se quedó entre nosotros como un ser querido». Así lo refirió el postulador de su causa de canonización, Monseñor Slawomir Oder, en entrevista para Radio Vaticano. El sacerdote recordó que para los católicos este aniversario no es otra cosa que la celebración de su nacimiento para la vida eterna.
Numerosas son las expresiones de la presencia de Juan Pablo II en medio de los católicos, según Mons. Oder, para quien la figura del beato «se incorporó en nuestros corazones, entró en nuestras casas. En muchos hogares se quedaron en sus fotos, las bendiciones que ha concedido, como un signo de su cercanía. Pero lo más importante es que realmente se mantuvo en los corazones de la gente».
El postulador destacó la gran afluencia de visitantes a su tumba en la basílica de San Pedro, en Roma, así como la multitudinaria asistencia de fieles a la veneración de sus reliquias, que han peregrinado por varios países. «Lo que puede ser percibido incluso más ahora es la abundancia de amor que ha sembrado», afirmó Mons. Oder, al comentar los viajes de las reliquias del beato a España, México, Colombia y Nigeria, donde se encuentran en la actualidad. Pero más allá de esta presencia física de las reliquias, destacó «la presencia de las ideas, la presencia de los sentimientos, la presencia, sobre todo, del amor que ha donado y ahora recibe como un recuerdo querido y cariñoso».
Mons. Oder manifestó también que las palabras del beato Juan Pablo II aún resuenan y brindan ánimo y esperanza a la iglesia de hoy, que atraviesa tantas dificultades. El mensaje que dejó este Papa es «un mensaje muy real, convincente, estimulante y alentador (…) El secreto de este «¡No tengáis miedo!» que él ha gritado en la Plaza de San Pedro, era el hundir sus raíces en el misterio de Dios», explicó el postulador. «Él mismo lo dijo: «El hombre que está delante de Dios, el hombre inmerso en Dios, no tiene miedo a nada», recordó.
Es precisamente el mensaje central de su pontificado hecho vida en su testimonio personal lo que los millones de católicos recuerdan, incluyendo al propio Mons. Oder, quien afirmó que recuerda al beato Juan Pablo II como una persona auténtica: «Un hombre de gran inteligencia, de gran cultura, pero también de gran espiritualidad. (…) Un hombre capaz de mirar en el corazón de las personas, y de encontrar siempre la palabra adecuada para dar ánimo e invitarlos a enfrentar la vida con la esperanza cristiana».
Finalmente, el postulador de la causa de canonización se refirió al avance del proceso, y las condiciones restantes para que el beato Juan Pablo II pueda ser declarado santo. «Ya no es necesario estudiar la vida y las virtudes, ya que en esto contituyó el estudio previo a la beatificación», explicó Monseñor Oder. «En la actualidad, estamos a la espera de recibir la señal de Dios para seguir adelante con el proceso de canonización: la señal de Dios es un nuevo milagro. Por el momento, puedo decir que vengo de muchas partes del mundo, con numerosos informes de gracias atribuidas a la intercesión del beato Juan Pablo II y algunos son definitivamente muy interesantes. Por el momento, estoy esperando la documentación para poder iniciar un estudio más profundo y hacer un buen discernimiento».
Con información de Radio Vaticano
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