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Ciudad del Vaticano (Lunes, 02-04-2012, Gaudium Press) Hoy de mañana el Santo Padre, en la audiencia especial para los españoles en agradecimiento por la JMJ de Madrid 2011, hizo votos de que «la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil sea una nueva y gozosa experiencia de Cristo resucitado, que conduce a toda la humanidad hacia la claridad de la vida que procede de Dios». La audiencia ocurrió en coincidencia con el Día Mundial de la Juventud celebrado anualmente en el Domingo de Ramos. Estuvieron presentes los organizadores de la JMJ de Madrid y de Río de Janeiro para un intercambio de experiencias en un encuentro en Rocca di Papa que sucedió del 29 al 30 de marzo.
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| El Card. Rouco saluda a algunos de los jóvenes presentes en Rocca di Papa – Foto: News.va |
La JMJ, «esta iniciativa pastoral impulsada vigorosamente por mi amado predecesor, el beato Juan Pablo II, del que hoy recordamos su tránsito al cielo», recordó al inicio el Santo Padre, quien también agradeció a los españoles presentes por «la experiencia de gracia de aquellos días inolvidables» y «las muestras de acogida y hospitalidad, junto a la fe y la alegría de los jóvenes.»
Benedicto XVI indicó también un programa a ser seguido como fruto de la experiencia en la JMJ: «Queridos jóvenes – dijo -, como aquellos apóstoles de la primera hora, sed también vosotros misioneros de Cristo entre vuestros familiares, amigos y conocidos, en vuestros ambientes de estudio o trabajo, entre los pobres y enfermos. Hablad de su amor y bondad con sencillez, sin complejos ni temores. El mismo Cristo os dará fortaleza para ello. Por vuestra parte, escuchadlo y tened un trato frecuente y sincero con él. Contadle con confianza vuestros anhelos y aspiraciones, también vuestras penas y las de las personas que veáis carentes de consuelo y esperanza. Evocando aquellos espléndidos días, deseo exhortaros asimismo a que no ahorréis esfuerzo alguno para que los que os rodean lo descubran personalmente y se encuentren con él, que está vivo, y con su Iglesia.»
En la atmósfera de la Semana Santa, en la cual la Iglesia entró ayer con la celebración del Domingo de Ramos, el Papa invitó a los presentes a «uniros plenamente a nuestro Redentor, recordando aquel solemne Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud. En él oramos conmovidos ante la belleza de aquellas imágenes sagradas, que expresaban con hondura los misterios de nuestra fe. Os animo a cargar también vosotros con vuestra cruz, y la cruz del dolor y de los pecados del mundo, para que entendáis mejor el amor de Cristo por la humanidad.»
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