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Vaticano (Martes, 03-04-2012, Gaudium Press) En la prisión romana de Rebibbia, ocurrirá un hecho que recibió elogios del propio Papa. Un grupo de católicos realizará en la penitenciaría un Vía Crucis.
Benedicto XVI exhortó a los detenidos a levantarse de sus caídas en el pecado con la ayuda de Nuestro Señor Jesucristo.
El Santo Padre manifestó su clara conciencia de «que esta Vía Sacra quiere ser una señal de reconciliación».
«Cuando en el Vía Crucis vemos a Jesús que cae al piso, una, dos, tres veces, comprendemos que Él compartió nuestra condición humana. El peso de nuestros pecados lo hicieron caer; pero tres veces Jesús se levantó y siguió el camino al Calvario», afirmó Benedicto XVI.
El Santo Padre resaltó que la fuerza que hizo que Nuestro Señor se levantara se originaba de su corazón, donde Él poseía «la firme certeza de ser siempre hijo, el Hijo amado de Dios Padre».
El Pontífice invitó a los presidiarios a recorrer su vía crucis personal sin miedo y a cargar su propia cruz junto a Cristo, «pues Él está con nosotros. Y con nosotros está también María, su madre y nuestra madre, que permanece fiel a los pies de nuestra cruz, y reza por nuestra resurrección, porque cree firmemente que, también en la noche más oscura, la última palabra es la luz del amor de Dios».
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