Lima (Lunes, 09-04-2012, Gaudium Press) «Todo, hermanos, con el misterio de la Resurrección, adquiere una novedad, cada día, cada instante, y toca a nosotros. Es un desafío de la fe descubrir ese algo divino que está escondido en tu propia vida»; exhortó ayer el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, en la solemne Misa de Resurrección que presidió desde las 11:00 de la mañana en la Basílica Catedral de la capital peruana, y en la que participaron centenas de fieles.
Durante la homilía el purpurado también llamó a los feligreses a ir más allá desde la fe: «Con los ojos de la fe hay que tener el atrevimiento, la audacia, la ilusión, de encontrar ese algo divino, alegre, entusiasmante, lleno de vida, que está escondido a los ojos de los que no creen, en lo más común y corriente -hijos, trabajo, en el cansancio, en tus ilusiones, en tus fracasos-, y así la vida después de la resurrección, para cada uno de nosotros, se convierte en una aventura de amor que brota de la cruz».
El Card. Cipriani carga al Señor de los Milagros |
Igualmente, invitó a todos a aprovechar el tiempo trasmitiendo el mensaje dado por Dios desde la Cruz: «No hay tiempo que perder. Hay que aprovechar el tiempo para amar, para estar alegres. La fiesta de hoy es alegría, pero no una alegría ligera, es alegría profunda».
Del mismo modo, el Cardenal Cipriani llamó a los fieles a la trascendencia: «busquemos las cosas de arriba, encontremos a ese Dios maravilloso en aquel que está a tu lado, en aquel enfermo, en aquel que te odia, te persigue y te maltrata».
Recordó, además, que cada persona tiene un destino eterno y que cada cosa que se hace o se deja de hacer queda escrita en la vida eterna de la propia existencia. «Y hoy Jesús nos dice: he arrancado esa vida frágil, esa vida pasajera, esa vida que empezaba y desaparecía», agregó.
Al respecto, citó palabras del Papa Benedicto XVI: «El ser humano ha sido arrancado del simple remolino de ese eterno morir y nacer, y ha sido introducido en la estabilidad del amor creador de Dios».
Concluyendo su homilía, el Arzobispo de Lima recordó cuál es el mensaje de Jesucristo con su Resurrección: «Dios ha respondido, Dios es realmente Dios. El Creador es Padre, el Creador se ha hecho Hijo por nosotros. El Creador es Espíritu Santo para llenarte de gozo. Dios es Dios, y la grandeza de ese Dios que se hace hombre también nos dice a cada uno de nosotros: El hombre es el hombre, ¡bendita creatura, bendito Creador, bendito Hijo, bendito Padre!».
Además de la Misa de Resurrección de ayer, el Cardenal Cipriani también presidió en la Basílica Catedral de Lima la celebración de la Cena del Señor del pasado Jueves Santo, y la Vigilia Pascual del Sábado Santo, 7 de abril.
El pasado viernes 6 de abril el purpurado igualmente participó de la procesión del Señor de los Milagros de las Nazarenas, que partió desde las 5:45 de la mañana del Monasterio de las Nazarenas y culminó, alrededor de las 10:45 de la mañana, en la Catedral de Lima.
En la ocasión, al culminar los oficios del Viernes Santo en el templo peruano, el Cardenal Cipriani, junto con varios cargueros, llevó la venerada imagen.
Con información de la Oficina de Comunicaciones y Prensa del Arzobispado de Lima.
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