Río de Janeiro (Miércoles, 22-04-2009, Gaudium Press) Los cariocas podrán tener en breve una conterránea como santa. Honorina de Abreu, hija del historiador Capistrano de Abreu y amiga del poeta Manuel Bandeira, espera decisión del Vaticano para ser consagrada la primera santa católica nacida en la capital fluminense. Para ocurrir la canonización, es necesaria la confirmación de milagros atribuidos a Honorina de Abreu, o Madre María José de Jesús, que todavía joven cambió una vida de lujo, fiestas y salidas para dedicarse a la pobreza, a la clausura y a la oración.
El trabajo para comprobar los milagros es extenso. El más probable de ellos es el de Carolina Colasanti, 11 años, que fue aspirada por una bomba de filtro de piscina y quedó inmersa por casi 10 minutos. Carolina llegó a pasar cuatro días en estado de coma. Relatos que hacen parte del proceso de 14 mil páginas enviado al Vaticano son testimonios que una oración de la abuela de la niña, María Cristina Pontual, 96, a la Madre, hizo que Carolina se levante sin secuelas el día del aniversario de muerte de Honorina. «Mi suegra tiene certeza de que entregó a la nieta para Madre María José y fue atendida», afirma Henrique Colasanti, padre de Carolina.
Nacida en 1882, Honorina de Abreu decidió servir a Dios durante una fiesta de alta sociedad en Petrópolis, en 1902. El padre, agnóstico, fue contra la decisión, pues sus planos incluían mandar a la hija primogénita a estudiar en Londres. «Buscar una hija y encontrar una monja es decepción que no me animo a enfrentar», escribió en la época el historiador Capistrano de Abreu para la amiga Cecilia Assis Brasil. Huérfana de madre desde los 9 años, Madre María José no desistió con la resistencia paterna. Mientras se preparaba para entrar al convento, cuidaba de religiosas y prostitutas enfermas en Niterói.
Madre María José de Jesús – que dominaba siete idiomas, entre ellos el latín – transcribió, para el portugués, las obras completas de Santa Teresa, además de ‘La Imitación de Cristo’, uno de los mayores tratados de la moral cristiana. Las madres del Convento de Santa Teresa guardan con cuidado objetos que pertenecieron a la Hermana María José. Están en exposición para los fieles en una cela o hábito, las sandalias y el Cuaderno de Conciencia. Los restos mortales de la madre, que falleció en 1959, también están guardados en el convento, que celebra misa abierta al público todos los domingos, a las 8h.
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