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Santiago (Miércoles, 25-04-2012, Gaudium Press) Como es tradición desde hace ya unos cinco años, el pasado domingo 22 de abril se dio inicio la «Semana del Trabajo» que organiza la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores en el marco de la celebración religiosa de San José Obrero que se celebra el 1 de mayo. La jornada comenzó con una bendición especial a cerca de 250 trabajadoras de casa particular y asesoras del hogar por parte del Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
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| Mons. Ezzati preside la celebración |
La Santa Misa contó con la presencia de la Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei; el Subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda; y el Director Nacional del Instituto Católico de Migraciones (INCAMI) Padre Isaldo Bettin, entre otras autoridades sindicales de las agrupaciones de trabajadoras de casa particular y de gobierno.
«La Vicaría se siente heredera de la labor -muchas veces sufrida- de miles de hombres y mujeres que, queriendo vivir los valores de Evangelio, han optado por acompañar y hacerse partícipes de los dolores y sufrimientos, gozos y esperanzas de los trabajadores y trabajadoras de Chile. Una de las tareas, a lo largo de toda su historia, ha sido la de hacer presente la situación y la presencia de la trabajadora de casa particular. Ellas muchas veces invisibles para la sociedad han sido un trabajador insustituible para miles de familias, hoy queremos valorarlas aún más», dijo al inicio el Vicario de los Trabajadores, sacerdote Andrés Moro.
«El trabajador y la trabajadora son continuadores de la obra de Dios»
En su homilía, el pastor de Santiago hizo un llamado a las autoridades para legislar a favor de las asesoras del hogar con miras a la mejora de sus condiciones laborales y a la aprobación de reformas destinadas a favorecer a los trabajadores más desprotegidos. «Los sectores más vulnerables son siempre parte de la preocupación de la Iglesia, por que buscamos una sociedad más inclusiva, más participativa de los bienes», señaló.
En este mismo sentido, destacó la nobleza y dignidad del trabajo de quienes se desempeñan en los hogares realizando incluso labores de crianza de los hijos e instó a la sociedad en su conjunto a evitar todo tipo de maltrato y falta de reconocimiento hacia quienes realizan esta labor. «El trabajador y la trabajadora son continuadores de la obra de Dios. De un Dios que es creador y también criador, con las manos de hombres y mujeres que tienen la capacidad y la bendición de Él para continuar con su obra», afirmó.
Un momento muy emotivo se vivió al término de la eucaristía cuando monseñor Ricardo Ezzati bendijo y besó las manos de las trabajadoras asistentes al encuentro.
«Nos parece que en algunos momentos la noche llega; que no entendemos nada; que las preocupaciones por la vida son tan fuertes; que la angustia por el trabajo y que la angustia por la dignidad de nuestra persona nos pone en duda y oscurece también nuestro caminar. Pero tenemos una certeza: Jesús camina con nosotros», concluyó.
Tras la celebración la ministra de Estado, Evelyn Matthei, valoró la actividad como una excelente iniciativa para comenzar la Semana del Trabajo organizada por la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores, «pues relevar el respeto que merece cada trabajador y trabajadora es la mejor manera de iniciar este periodo previo al 1 de mayo. La labor de las trabajadoras de casa particular es muy especial, porque además se involucran lazos, vínculos de confianza, pero al mismo tiempo, ha sido uno de los más postergados».
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