Lisboa (Viernes, 27-04-2012, Gaudium Press) Padre Paulo Franco, responsable por la parroquia de Nuestra Señora de los Navegantes, en el Parque de las Naciones, en Lisboa (Portugal), recordó, en entrevista a la Agencia Ecclesia, su entrada al seminario, hace casi 23 años.
El sacerdote afirma que su decisión fue una «respuesta a la voluntad de Dios» y fruto del incentivo que su familia le dio para «asumir el camino que iba escogiendo».
«No fue propiamente una pasión individual por algo en concreto, fue esta disponibilidad que a lo largo de la vida fue sucediendo, hecha de altos y bajos, de dudas y convicciones, de preguntas y revelaciones», confiesa.
Entretanto Padre Paulo Franco dice que en su elección «no siguió un proyecto personal» o una vida «pre-definida», sino un servicio basado en el anuncio, día a día, de la Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo.
«Cada persona es un desafío y cada día es un día nuevo, caso contrario la vocación muere, porque Dios es novedad», destaca el sacerdote, consciente de ser llamado a ser «señal y presencia» de la Iglesia en el mundo a través del discernimiento y en el desafío.
El presbítero destaca que a pesar de su «sí» a Dios, hay siempre «nos» en el camino, «pues el pecado forma parte de la vida de las personas». «La suerte es que Dios nunca desiste del hombre y va encaminándolo de modo a que su sí prevalezca» concluye.
Con informaciones de la Agencia Ecclesia.
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