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Ciudad de México (Miércoles, 02-05-2012, Gaudium Press) El semanario «Desde la Fe», perteneciente a la Arquidiócesis de la Ciudad de México publicó un artículo donde clasifica la capital mexicana como la «Ciudad de la Desesperanza» y clasificó la ley del aborto como «injusta y que nunca podrá ser motivo de conmemoración con datas nefastas que deberían estremecer nuestra consciencia».
El editorial afirma que «el derecho de una mujer de cuidar de sí misma y decidir sobre su propio desarrollo, no debe ser confundido nunca, con la decisión arbitraria de atentar contra otra vida humana en su estado más vulnerable y frágil, como el de un niño en el vientre de su madre».
El texto continúa apuntando que «el aborto, tal como se practica en el Distrito Federal, se ha convertido en la principal escuela de desorientación para los jóvenes y en el principal motivo de irresponsabilidad en el ejercicio de su sexualidad. No es una casualidad que en estos últimos años, se haya disparado el número de jóvenes que quedan embarazadas, con la total falta de respeto a la vida».
El semanario recordó que «algunos defensores de los derechos humanos guardan un cómplice silencio delante del genocidio que se está practicando en el Distrito Federal».
Según la publicación perteneciente a la Arquidiócesis Mexicana, la Iglesia Católica en la Ciudad de México se pregunta si «es un derecho humano matar un ser humano indefenso. Infelizmente, entre aquellos que aspiran por algún cargo político en la capital mexicana, se encuentran aquellos que aprobaron estas leyes injustas y deshumanas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal».
El editorial afirma que «no podemos acostumbrarnos a la violencia de los crímenes, debemos trabajar como sociedad para recuperar la seguridad, no solamente combatiendo y reprimiendo a los delincuentes, sino, sobre todo, recuperando los valores éticos que orientan a la sociedad. Esto comienza cuando somos capaces de cuestionar leyes que atentan contra la vida humana y contra su dignidad incontestable. El testimonio del verdadero fiel, está por encima de estas leyes: es el testimonio de quien ama y respeta la vida humana como primer paso de humanidad».
En el seminario también se destacó que «delante de la inoperancia, y muchas veces de la complicidad de las políticas locales, las Fuerzas Armadas hayan salido a las calles para aplicar un poco de seguridad a los ciudadanos contra los narcotraficantes y los secuestradores. Por eso el repudio contra estos crímenes es unánime. Este problema muestra algo mucho más grave y mucho más profundo: se ha perdido el respeto por la vida humana y su dignidad».
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