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Ciudad del Vaticano (Viernes, 04-05-2012, Gaudium Press) La Pontificia Academia de Ciencias Sociales presentó recientemente en la Sala de Prensa de la Santa Sede las conclusiones de su 18ª Asamblea Plenaria. El evento, que fue realizado entre el 27 de abril y el 1º de mayo, en la Ciudad del Vaticano, se centró en el análisis de los principios contenidos en la Encíclica «Pacem in terris», documento, cuya publicación cumple 50 años en abril del 2013.
Durante la presentación del documento, uno de los fundadores de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, el obispo de Dijon, Francia, Mons. Roland Minnerath, disertó sobre la importancia de un desarrollo social y científico, que, según él, para ser válido jamás debe perder de vista la centralidad del ser humano.
Destacando también la centralidad del ser humano, el canciller de la Pontificia Academia, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, afirmó que se trata de un principio válido, particularmente en los días de hoy, tras haber visto las muchas crisis que caracterizan al mundo globalizado. Según él, es un principio que puede ser aplicado con éxito en la realización de un nuevo orden global, objetivando una nueva época de paz.
Paz, que conforme la miembro-fundadora de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, Dra. Margaret Archer, de la Policlínica de Lausanne, debe ser entendida como supremo bien común.
La Dra. Margaret también declaró en la presentación que cultura e información son los dos elementos fundamentales para desarrollar, en sentido positivo, las nuevas sociedades. «Por tanto, un amplio conocimiento constituye la base para un correcto desenvolvimiento de una sociedad más humana, terreno fértil también para una nueva evangelización», dijo.
La encíclica «Pacem in terris»
Escrita pela (por el) Papa Juan XXIII, la encíclica «Pacem in terris» es, todavía hoy, uno de los pilares de la Doctrina Social de la Iglesia. Verdad, libertad, solidaridad y justicia son los principios recordados por el documento que, después de casi 50 años, permanece ayudando al hombre a orientarse en medio de las nuevas señales de los tiempos.
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