La libertad del hombre y la potencia de Dios caminan juntas, dice el Papa en el Regina Coeli

Ciudad del Vaticano (Lunes, 07-05-2012, Gaudium Press) «¿Cómo es posible mantener juntos la libertad del hombre y el no poder hacer nada sin Dios?». El Santo Padre antes de la oración del «Regina Coeli» recordó a los numerosos presentes en la Plaza San Pedro que esto es posible: «Si el hombre inclina su corazón al bien y pide ayuda a Dios, él recibe la fuerza necesaria para realizar la propia obra. Por eso, la libertad del hombre y la potencia de Dios caminan juntas», dijo.

Ser libres y realizar la voluntad de Dios «es posible porque el bien viene del Señor, pero él es realizado gracias a sus fieles». El Papa Benedicto explicó la verdadera necesidad del hombre que es aquella de «permanecer» en Cristo porque Él es «la verdadera vid de Dios, la verdadera vida». Él «con su sacrificio de amor nos da la salvación, nos abre el camino para ser parte de este viñedo».

Dios concedió insignes dones a San Martín de Porres

El permanecer en Cristo «garantiza la eficacia de la oración». El Santo Padre invitó a los fieles a «hacer crecer todos los días en la oración, en la participación en los Sacramentos, en la caridad» la unión con el Señor.

En el saludo en español el Santo Padre recordó el 50° aniversario de la canonización de San Martín de Porres, patrono de los barberos. El Papa saludó también a los representantes de la Asociación «Meter» presentes, que hace 20 años se empeña en Italia a favor de los niños abusados en todo el mundo.

Biografía de Martín de Porres del site www.catholic.org

San Martín de Porres nació en Lima, Perú, en 1579. Su padre fue un caballero español y su madre una mujer de color panameña. A los 15 años él se convirtió en un hermano laico en la Orden dominica en Lima y empleó su vida entera en oficios de peluquería, en la granja, recolección de limosna y enfermería, entre otros.

Martin tuvo un gran deseo de ir a la misión extranjera y ganar así la palma del martirio. Sin embargo, ya que esto no era posible, él hizo un mártir de su propio cuerpo, dedicándose a penitencias incesantes y severas. A su vez, Dios lo dotó con muchas gracias y dones maravillosos, como por ejemplo, vuelos aéreos y bilocación.

El amor de San Martín todo lo abarcaba, manifestándose tanto a humanos y animales, incluyendo insectos, y el mantenía un hospital de gatos y perros en la casa de su hermana.

Él poseía también sabiduría espiritual, demostrada por ejemplo en la solución de los problemas matrimoniales de su hermana, levantando una dote para su sobrina en el plazo de 3 días, y resolviendo problemas teológicos para el aprendizaje de su Orden y para los obispos. Amigo cercano de Santa Rosa de Lima, este hombre santo murió el 3 de noviembre 1639 y fue canonizado el 6 de mayo de 1962. Su festividad se celebra el 3 de noviembre.