Ciudad del Vaticano (Viernes, 11-05-2012, Gaudium Press) La Iglesia Católica está al frente en el tratamiento, la asistencia y la promoción social y económica de personas portadoras de deficiencia visual.
El asunto fue debatido durante un congreso internacional de estudio, realizado en el Vaticano. Fueron dos días de profundización pastoral y científica, sobre el tema «El Deficiente Visual: que yo pueda ver nuevamente», realizado en colaboración con la Fundación El Buen Samaritano y el Pontificio Consejo de la Pastoral para los agentes de salud.
En los países económicamente desfavorecidos, se registra una grave carencia de profesionales especializados. Si en los Estados Unidos y en Italia se estima que exista un oftalmólogo para cada 12 mil habitantes, en Etiopia, por ejemplo, existe uno para cada un millón.
En Brasil, por ejemplo, los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) levantados en el año 2000, muestran que 16,6 millones de brasileños tienen algún grado de deficiencia visual y casi 150 mil se declararon ciegos.
Delante de esa realidad, la Iglesia Católica se ha mostrado próxima a estas personas promoviendo su inclusión en las comunidades y desarrollando proyectos para la mejora en la calidad de vida de ellas.
Acción de la Iglesia
Uno de los ejemplos es el Instituto Padre Chico, en Brasil. Creado en 1927, la institución atiende niños con baja visión o completamente ciegos con edades entre seis meses y nueve años. Además de la enseñanza del método braille, los niños tienen toda formación general de los primeros años escolares. Existen también programas de integración y movilidad, visando la independencia del deficiente visual y la orientación profesional que explote las aptitudes de cada persona.
Mons. Vilson Oliveira |
En el campo de la evangelización fue desarrollada una catequesis especial, visando facilitar el aprendizaje de la Palabra de Dios a través del método braille. Según el Obispo de Limeira y Referencial de la Catequesis en la Regional Sur 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB), Mons. Vilson Oliveira, el objetivo de esta catequesis no es solo orientar a los niños, sino también a los jóvenes. «La Iglesia busca ofrecer una catequesis apropiada en su contenido y recursos, sin reducirla o simplificarla. Buscamos hacer esa integración del deficiente visual en las comunidades para que él sea miembro participante y actuante, dando su contribución para su comunidad de fe».
Mons. Vilson representó al Brasil en el Congreso Internacional de estudio sobre el Deficiente Visual. En su palestra, el prelado habló sobre el empeño eclesial al servicio de los deficientes visuales. «La conferencia tuvo el objetivo de llamar la atención al acompañamiento de los deficientes, y al mismo tiempo cuestionar nuestra responsabilidad para la garantía de sus derechos, estando del lado de ellos, formando esa persona para la vida futura».
El prelado dijo también que el objetivo es «garantizar condiciones de vida y salud, la efectuación de las leyes y el acceso a las escuelas. Destacamos la importancia de la familia en la vida de los deficientes visuales, el papel de las organizaciones no gubernamentales y la responsabilidad de toda la sociedad».
Materiales para deficientes visuales
La Biblia en braille es un gran volumen que llega a un metro de altura si apilada, pero los deficientes visuales pueden tener acceso a esos textos y a los materiales catequéticos haciendo la solicitud a la CNBB al e-mail:[email protected].
Mons. Vilson desea que las comunidades locales estén abiertas para el acogimiento de los deficientes visuales, a fin de que ellos se sientan partes integrantes de la Iglesia. Para eso, son necesarios más voluntarios envueltos en este trabajo.
Gaudium Press / Luciano Batista
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