Ciudad del Vaticano (Martes, 22-05-2012, Gaudium Press) Alrededor de las 13:00 horas de este lunes, en la Sala Ducal del Palacio Apostólico, miembros del Colegio Cardenalicio se reunieron con el Santo Padre para un almuerzo en el cual Benedicto XVI agradeció todas las manifestaciones de los cardenales por sus 85 años de vida y por el inicio del octavo año de pontificado.
La comida se inició alrededor de las 13:00 horas de este lunes |
El Cardenal Ángelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, durante un discurso previo al almuerzo, dijo que en siete años de pontificado, el Papa «jamás dejó de invitar a todos los fieles a redescubrir los contenidos de la fe, de una fe profesada, celebrada, vivida y rezada, como bien recordó en su Carta Apostólica ‘Porta Fidei'».
El Cardenal Sodano dijo que Benedicto XVI como el «Buen Samaritano por los caminos del mundo», «continúa estimulándonos al servicio al prójimo, recordándonos siempre las palabras de Jesús: ‘todas las veces que dejasteis de hacer esto a uno de estos pequeñitos, fue a mí que lo dejasteis de hacer'».
Después del almuerzo, Benedicto XVI, de improviso, agradeció «primero al Señor, por haber concedido tantos años de vida con tantas alegrías y tiempos espléndidos, pero también de noches oscuras. Pero en una retrospectiva se sabe que las noches eran necesarias y buenas, motivo de agradecimiento».
Ecclesia militans
«Hoy las palabras Ecclesia militans están un poco fuera de moda, pero en realidad cada vez más podemos comprender mejor que son verdaderas. Vemos como el mal quiere dominar el mundo y que es necesario emprender una batalla contra el mal. Vemos como eso sucede de tantas maneras, crueles, con diversas formas de violencia, pero también mascarado con el bien y así destruyendo los pilares morales de la sociedad», dijo Benedicto XVI, respondiendo al Cardenal Sodano.
En seguida, citando a San Agustín, el Papa enfatizó: «toda la historia es una lucha entre dos amores: amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios, amor de Dios hasta el desprecio de sí mismo en el martirio».
En esa lucha contra el mal, el Papa recordó que es necesario tener amigos: «Y, para mí, estoy circundado por los amigos del Colegio Cardenalicio, que son mis amigos y me hacen sentir en casa. Me siento seguro en esa compañía de grandes amigos que están conmigo y, todos juntos, con el Señor».
Por último, antes de ser homenajeado con un «Felicidades», el Papa tuvo tiempo de recordar que el Señor dijo: «¡Coraje! ¡Yo vencí al mundo! Nosotros estamos en el tiempo del Señor, por tanto estamos en el tiempo victorioso».
Con información de Radio Vaticana.
Deje su Comentario