Ciudad del Vaticano (Miércoles, 23-05-2012, Gaudium Press) «Un mayor número de países, en particular aquellos con economías emergentes, se está moviendo para una cobertura global de las necesidades de la salud», gracias a las propias «buenas políticas que promueven la igualdad». Pero se nota también que el «progreso en el ámbito de la cobertura universal no es prerrogativa de los Estados de alta renta», observó Mons. Zygmunt Zimowski, presidente del Pontificio Consejo para los Operadores Pastorales en la 65ª Asamblea Mundial de la Salud, que ocurre en estos días en Ginebra, Suiza.
Mons. Zygmunt Zimowski, presidente del Pontificio Consejo para los Operadores Pastorales |
La reunión sucede con el tema «Estructuras sustentables para el financiamiento de la salud y la cobertura universal de asistencia sanitaria y servicios».
Presentando la posición de la Santa Sede, Mons. Zimowski pidió un «mayor empeño en todos los niveles para asegurar que el derecho a la salud sea efectivo, promoviendo el acceso a los cuidados de salud de base», citando también el apelo del Papa Benedicto XVI a las comunidades internacionales de ofrecer un apoyo por parte de los países industrializados a aquellos de baja renta.
Continuó señalando que «en el plano nacional (…) la cobertura universal no puede ser únicamente un esfuerzo del aparato estatal. Él requiere el apoyo de la sociedad civil y de las diversas realidades agregadas y comunitarias, cuya contribución a la prestación de servicios de salud es fundamental».
En esta ocasión recordó el gran empeño de la Iglesia Católica en países económicamente en desventaja. Actualmente operan 120 mil instituciones sociales y de salud en varias partes del mundo que son administradas por la Iglesia.
Además, Mons. Zimowski pidió que se permita que las agencias internacionales católicas trabajen sin «obligar la participación en acciones moralmente inaceptables», respetando la propia «especificidad y en espíritu de colaboración».
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