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Coimbra (Martes, 22-05-2012, Gaudium Press) Mons. Virgilio Antunes, Obispo de Coimbra afirmó el pasado fin de semana que «los esposos perdieron frecuentemente el sentido cristiano de su unión» y que Dios se tornó «ausente de sus vidas», por lo que «es urgente una nueva evangelización de las familias».
En la misa de la 18ª Fiesta de las Familias de la diócesis, el prelado dijo que falta muchas veces a los padres la «frescura de la fe para que la puedan transmitir de forma convincente a los hijos», lo que coloca el «problema de la falta de testimonio creyente».
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| Mons. Antunes, obispo de Coimbra |
La comunidad cristiana, por su lado, es incapaz de comunicar a los más jóvenes una «experiencia de vida que solamente la familia tiene capacidad de proporcionar», subrayó el obispo en la homilía, publicada por el site diocesano.
Según el Obispo de Coimbra, la Iglesia «tiene el deber de proporcionar los medios necesarios para el crecimiento de la fe de las familias cristianas» a través de la catequesis de niños, jóvenes y adultos, sustentó el también presidente de la Comisión Episcopal de las Vocaciones y Ministerios.
Mons. Virgilio Antunes también habló sobre la necesidad de incentivar la oración familiar, la «celebración de la misa dominical» y una «seria preparación para el matrimonio».
En el día en que la Iglesia celebró el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales, el obispo de Coimbra recordó el mensaje del Papa Benedicto XVI para la ocasión, en el cual resalta la importancia de la palabra y el silencio en la transmisión de la fe cristiana. «En el tiempo del ruido perturbador, propio de la sociedad urbana donde las personas huyen de sí mismas, se impone el silencio que conduzca al encuentro, a la ponderación, a las razones de vivir», afirmó Mons. Virgilio.
La familia, agregó, es también el espacio apropiado para la afirmación de los «criterios para el recto uso de los medios de comunicación social, en el adecuado discernimiento del espacio y el tiempo, en la selección de lo que interesa y lo que perjudica la serenidad y la paz».
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