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Ciudad del Vaticano (Jueves, 24-05-2012, Gaudium Press) Faltando una semana para el VII Encuentro Mundial de las Familias en Milán, el Director de Programas de la Radio Vaticana, Padre Andrea Koprowski, preparó una reflexión sobre la familia.
El sacerdote inicia su reflexión criticando las clasificaciones ideológicas de la familia, que buscan transformar una argumentación sobre el tema de la familia en algo contraproducente.
El Padre Koprowski concibe la familia como célula fundamental de la vida social y explica que, teniendo en mente ese concepto, los organizadores del Encuentro Mundial propusieron el tema familia, trabajo y fiesta.
«La familia es entendida como un bien insubstituible de la sociedad y como condición indispensable para proyectar el futuro de la sociedad. Ella es un sujeto social y político, un hecho público al cual el buen gobierno debe dar atención adecuada», afirma Koprowski.
Para el sacerdote, el problema de la familia dice respecto a todo el mundo.
Al respecto, citó motivos para eso, iniciando por la interrupción de la «renovación generacional». O sea, «falta una población joven en edad productiva que traiga el equilibrio entre las generaciones», ponderó. Y dijo que «se percibe un debilitamiento de la familia, abandonada a sí, aunque produzca capital social.»
«Los jóvenes -dijo- tienen dificultad de decidirse por el matrimonio y de asumir la responsabilidad de una familia».
Pasando al importante aspecto espiritual de la familia, el Padre Koprowski dice que éste es un punto que sufre de profunda incomprensión, o sea, «de una negación del hecho de que la persona humana es una unidad de alma y cuerpo, nacida del amor creador de Dios y destinada a vivir eternamente».
Para él, «una sociedad de bienestar, materialmente desarrollada, pero opresora de la integridad de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios, no es por sí sola orientada al desarrollo».
Y explica: «Las nuevas formas de esclavitud de la droga y el desespero a las cuales se entregan tantas personas son explicadas no solo social o psicológicamente, sino, en esencia, espiritualmente.
El vacío en el cual el alma se siente abandonada produce sufrimiento, aún en presencia de terapias corporales y psicológicas». Y, entonces, subraya el Padre Koprowski: «no hay desarrollo global y bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en sus integridades de alma y cuerpo».
Al hablar sobre el matrimonio, sacramento donde la familia se inicia, él enumeró algunos problemas de base económica que desalientan a los jóvenes a formarlas.
Caminando hacia el final de su reflexión y refiriéndose a la familia como factor fundamental para la identidad cristiana, el Padre Koprowski afirma que «no es la familia el Sacramento, sino el amor conyugal». Y por tanto «la cuestión de encontrar equilibrio entre trabajo y familia es algo a ser enfrentado por la pareja», pues «los cónyuges deben entender que tienen una vocación para el trabajo y otra para el matrimonio, y ambas están radicadas en la vocación fundamental cristiana del amor».
El VII Encuentro Mundial de las Familias se realizará del 30 de mayo al 3 de junio, en Milán, norte de Italia. Contará con la presencia del Santo Padre del 1º al 3 de junio.
Con información de Radio Vaticana.
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