Ciudad del Vaticano (Viernes, 25-05-2012, Gaudium Press) El Santo Padre Benedicto XVI tuvo una feliz sorpresa ayer. Eso porque durante el intercambio de obsequios que hacía con el presidente búlgaro Rosen Plevneliev, se le avisó que el regalo ofrecido por el presidente no cabía en la sala.
El Pontífice tuvo entonces que dirigirse al corredor, y allí se encontró con un inmenso huevo de Pascua de dos metros de altura y de 200 kilos. Quince jóvenes dedicaron dos años de trabajo en la confección del obsequio papal. El huevo de pascua posee incrustaciones en oro y 2 mil rubíes.
El presidente Rosen Plevneliev conversó con el Papa en alemán, la lengua materna de Benedicto XVI.
Con información de Rome Reports.
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