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Shanghai (Viernes, 25-05-2012, Gaudium Press) Miles de peregrinos de la Diócesis de Shanghai, en China, la única autorizada por el gobierno para visitar el Santuario de Nuestra Señora de Sheshan durante su solemnidad, realizaron una solemne procesión con la imagen de la Santísima Virgen y se unieron en oración en la Jornada decretada por el Santo Padre como día especial de oración por la Iglesia en China. Entre ellos, grupos de creyentes de otras diócesis participaron clandestinamente.
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| Miles de católicos participaron en la fiesta de Nuestra Señora de Sheshan. |
La procesión sólo recorrió el trayecto desde una capilla ubicada en la mitad de la colina del Santuario, debido a las medidas decretadas por las autoridades que, desde la creación de la Jornada de Oración, restringen severamente las prácticas de devoción en esa fecha, por ser éstas una señal de unidad y fidelidad al Santo Padre.
Al llegar al Santuario, el Padre Thaddeus Ma Daqin, vicario general de Shanghai y otros 40 sacerdotes celebraron la solemne Eucaristía, acompañada con los cantos de las novicias de Sheshan y la participación de unos tres mil fieles, según reportó la agencia AsiaNews.
Durante la homilía, el Padre Ma Daqin explicó la Oración a Nuestra Señora de Sheshan, redactada por el Santo Padre Benedicto XVI para esta fecha y que implora de la Santísima Virgen para los católicos chinos la gracia de dar testimonio creíble del amor y permanecer fieles en la comunión de la Iglesia.
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El Santuario de Nuestra Señora de Sheshan solía acoger en su fiesta a unos 200 mil peregrinos de todo el país, antes de la prohibición gubernamental. Ahora, las diócesis se ven forzadas a celebrar localmente esta tradicional fiesta, con graves dificultades adicionales.
El Padre Peter, sacerdote clandestino contactado por Asia News, manifestó que no pudo realizar una celebración grande, debido a las medidas de seguridad, pero que encargó a los fieles orar especialmente por la Iglesia sufriente en China y la armonía en sus respectivas diócesis.
«Oré especialmente por todos los Obispos y párrocos en China, especialmente los que se encuentran detenidos. Que el Señor fortalezca su fe. Nos sentimos solos en esta lucha por la libertad de la fe», aseguró el P. Peter.
La semana pasada, un sacerdote y un seminarista de la comunidad clandestina de Baoding fueron llevados en custodia por la policía a un lugar desconocido. Es usual que en estas condiciones sean forzados a asistir a sesiones de adoctrinamiento político y se les presione a unirse a la iglesia estatal, bajo control del gobierno y en desobediencia a la Santa Sede. Estos arrestos son frecuentes y suelen prolongarse durante varios días.
Con información de AsiaNews
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