Valencia (Viernes, 25-05-2012, Gaudium Press) La Virgen de los Desamparados, Patrona de la Arquidiócesis de Valencia, acogió en la Catedral la visita de las familias de 30 países, participantes del Quinto Encuentro de las Familias Inmigrantes con la «Mare de Déu» (Madre de Dios, en lengua valenciana). La imagen peregrina de esta advocación fue transladada desde su basílica a la Catedral, donde las familias le realizaron ofrendas simbólicas y le rindieron honores con las banderas de sus países de origen, treinta en total. A continuación se celebró una Eucaristía solemne concelebrada por el Cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, presidente de Cáritas Internacional y Arzobispo de Tegucigalpa y el Arzobispo de Valencia, Mons. Carlos Osoro.
Foto: Alberto Sáiz |
Durante la homilía, el Card. Rodríguez Madariaga invitó a los presentes a no dejarse engañar por las apariencias de lo material, en las cuales la gente se sumerge y queda confundida: «no sabe de dónde viene y hacia dónde va ni cuál es el objetivo de la vida». Al mirar la realidad con los ojos de la fe, por el contrario, «se tiene a Dios y la luz de la Palabra de Dios», se evitan «muchos venenos mortales» entre los cuales señaló el odio racial, la xenofobia, el egoísmo y el materialismo.
El prelado también explicó la importancia de «ver con los ojos del corazón, que es ver con amor»: «si vemos sólo con los ojos naturales, lo que miramos parece que es un desierto», afirmó el Cardenal. Este panorama «nos quita la motivación y la esperanza». Refiriéndose a las familias presentes, el purpurado destacó que la fe permite «ver también con los ojos del corazón al hermano y a la hermana migrante» y que, a su vez, «éstos también vean con los ojos del corazón a la nueva cultura a la que están llamados a integrarse».
Foto: Alberto Sáiz |
El Cardenal Rodríguez, quien además habló desde su experiencia en la dirección de las actividades asistenciales de la Iglesia, afirmó que el migrante «no es un extraño ni un adversario ni alguien a quien tenemos que ver con desconfianza». También la Sagrada Familia fue migrante, recordó: «la Madre del Cielo fue una de las primeras migrantes cuando con San José y el Niño Jesús tuvieron que migrar hacia Egipto».
Para el prelado, el Encuentro es una oportunidad para reflexionar sobre el tema, muy actual, de las migraciones, además de hacerlo con el valor agregado de enfocarse en las familias. La Iglesia debe tratar «cada día más de integrar a la familia, porque la familia no es una utopía de la fraternidad universal y si no tenemos familia unida no podemos unir la gran familia que es la Iglesia».
El Cardenal y Arzobispo destacó finalmente el «excelente trabajo» de los economatos de Cáritas y las actividades solidarias de otras insitituciones eclesiásticas que se esfuerzan por satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los más vulnerables.
El Arzobispo de Valencia, Mons. Carlos Osoro agradeció la presencia y las palabras del Cardenal Rodríguez y reafirmó el compromiso de la Iglesia con la población de inmigrantes: «desde nuestra archidiócesis seguiremos haciendo todos los esfuerzos que sean necesarios para que cada día los inmigrantes encontréis y experimentéis, de verdad, que estamos en la misma familia y en la misma casa» porque «nadie puede ser extraño entre los cristianos».
El Encuentro terminó con la entonación del himno a la Madre de Dios y la celebración de actos culturales posteriores junto al cauce del río Turia.
Con información de Paraula y AVAN.
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