París (Miércoles, 30-05-2012, Gaudium Press) La organización Ayuda a la Iglesia Necesitada organizó el pasado viernes 25 de mayo la «Noche de los Testigos», un encuentro de oración por la Iglesia que sufre persecución en varios países del mundo.
La Noche de los Testigos contó con la participación de unas 3500 personas en París. |
En el evento compartieron su testimonio el Cardenal Joseph Zen, de Hong Kong, Mons. Louis Sako, Arzobispo de Kirkuk en Irak, Mons. Kirrolos W. Simaan, Obispo Copto de Assiut en Egipto y Paul Bhatti, consejero del Primer Ministro en Pakistán y hermano de Shahbaz Bhatti, defensor de la libertad religiosa asesinado en 2011.
Durante el encuentro, al cual asistieron aproximadamente 3500 personas, y después de una solemne Eucaristía concelebrada por Mons. Luigi Ventura, Nuncio Apostólico en Francia y los cardenales y obispos presentes, los testigos expresaron lo que significa vivir la fe en ambientes de intolerancia y graves restricciones a la libertad religiosa. La intervención del Arzobispo Louis Sako fue especialmente notable, al referirse directamente al significado que tiene el martirio para los cristianos perseguidos.
«Nuestra Iglesia es apostólica porque es una Iglesia mártir», explicó el Arzobispo. «La fe no es un asunto ideológico o una utopía, sino un vínculo personal, a veces existencial, con la persona de Cristo, a quien amamos y a quien le entregamos toda nuestra vida. Por Él siempre debemos ir más allá, incluyendo el sacrificio».
Mons. Louis Sako. |
El prelado expuso la profunda identificación de esta disposición al sacrificio con la fe cristiana de los iraquíes: «Esa es la expresión absoluta de la lealtad a este amor. En Irak, ahora más que nunca, somos conscientes de que creer es amar y el amor es darse». Mons. Sako recordó que Cristo motiva a los apóstoles a no temer, a permanecer en la fe. «El amor y la fe son una misma cosa. Van juntos.»
«Nosotros, cristianos de Irak», afirmó el Arzobispo, «sabemos lo que significa ser perseguidos, secuestrados y asesinados. (…) Conocemos los peligros, pero nuestra fe nos da la valentía para continuar con esperanza y amor». El prelado recalcó su idea inicial y el centro de su testimonio: «Nuestra Iglesia es apostólica no sólo porque está fundada sobre los apóstoles, sino también porque es una Iglesia mártir como la Iglesia de los apóstoles».
Mons. Sako concluyó su testimonio expresando que los cristianos de todo el mundo deben renovar su seguimiento a Cristo ante el testimonio de los cristianos perseguidos y maritizados en Irak y otros lugares. También aseguró que la oración y la solidaridad de sus hermanos y hermanas en otros países sostiene y da valentía a los católicos de esos territorios. La comunión con todos los cristianos les ayuda a vivir y «a continuar nuestra presencia y testimonio de amor y perdón», afirmó.
Con información de Asia News
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