Milán (Viernes, 01-06-2012, Gaudium Press) «En un mundo tan trágicamente dividido, todo mensaje del Papa Benedicto XVI es una invitación a unirse. Nuestra esperanza que él piense en la música, en los valores de la vida, los seres humanos se abrazan entre ellos en la diversidad y estimulados en dirección al destino común», dijo ayer en la conferencia para la prensa Stephane Lissner, superintendente y director artístico del famoso Teatro Scala de Milán.
«Estoy particularmente honrado y conmovido en recibir en nuestro teatro el VII Encuentro Mundial de las Familias. Estoy seguro de que el Teatro tiene en la sociedad el papel de cimiento social. A todas las familias de todo el mundo que están en Milán, en nombre de todos los trabajadores de la Scala, doy calurosas bienvenidas», dijo.
Al final del concierto el Santo Padre hará un saludo a los presentes |
Benedicto XVI llegará esta noche a este lugar símbolo de la música de altísimo nivel donde a las 19:30 horas el director Daniel Barenboim, ejecutará en su honra la Novena Sinfonía de Beethoveen: una ocasión cultural para contar al mundo y a las familias, para revivir en música los temas del VII Encuentro Mundial de las Familias.
El concierto en honor al Santo Padre se coloca en el contexto del tema del Encuentro Mundial de las Familias: el trabajo y la fiesta. «El Teatro con eso muestra cómo es fundamental el papel que la familia tiene en la misión de los valores, en la reflexión de su papel individualmente y como ser social», observó el director artístico de la Scala.
Por segunda vez, el Scala de Milán recibe a un Pontífice
«Este extraordinario evento -continuó Lissner- crea una parte de la rica historia de nuestro Teatro en un capítulo precioso. Por segunda vez el Scala abre las puertas al Pontífice casi 30 años después de la visita de Juan Pablo II».
El Papa Benedicto XVI asiste a la presentación en «un gesto de gran proximidad al arte, reconocimiento de nuestra misión, nuestro deber. El Papa tiene un conocimiento profundo de la música y viene de una tierra de extraordinaria tradición musical», resaltó el superintendente del Scala.
El programa de hoy de noche, la Novena Sinfonía de Beethoven, quiere contribuir a la unidad entre las personas deseada por el Santo Padre. Es «tal vez la página ideal para anunciar el justo mensaje en esta ocasión», espera el director Lissner.
El Cardenal Arzobispo Angelo Scola resaltó cómo «la música es tal vez uno de los elementos más presentes en la realidad de la fiesta: no hay una verdadera fiesta sin música, sin que hombres y mujeres sean tomados por la melodía y cantos capaces de expresar su alegría y melancolías, sus expectativas y tristezas». Al final del concierto el Santo Padre hará un saludo a los presentes para después regresar al Arzobispado.
Los fondos recaudados en el concierto serán utilizados en una donación para las víctimas y las poblaciones afectadas trágicamente por el terremoto en Emilia, al norte de Italia. Las personas podrán asistirlo también en pantallas organizadas en la Plaza Duomo y en la Plaza San Fedele.
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