Roma (Viernes, 01-06-2012, Gaudium Press) El general colombiano Luis Mendieta, los suboficiales de la Policía Colombiana José Libardo Forero y Jorge Trujillo Solarte, y los suboficiales del Ejército de la nación suramericana Luis Alfredo Moreno, Luis Arturo Arcia, Luis Alfonso Beltrán y Robinson Salcedo, quienes permanecieron secuestrados por la guerrilla de las FARC por más de 10 años, nunca se imaginaron que en su reencuentro con la libertad tendrían la oportunidad de conocer al Santo Padre Benedicto XVI, para agradecer sus oraciones y su intercesión por el cese de la violencia en Colombia.
Siete militares y policías ex secuestrados de Colombia serán invitados especiales durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro el próximo 6 de junio |
Este acontecimiento ocurrirá el próximo miércoles 6 de junio, cuando los siete ex cautivos asistan como invitados especiales a la audiencia general del Sumo Pontífice, que ocurrirá en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
«Será un encuentro conmovedor para los uniformados y los familiares que los acompañan. Ellos vienen a agradecer al Papa su constante oración que les permitió soportar el suplicio del secuestro y recuperar la libertad. Esperamos que este gesto marque una pauta importante también para la reconciliación, porque cuando se ha sufrido mucho, también se crece en el amor y, en consecuencia, en la capacidad de perdonar», dijo el embajador de Colombia ante la Santa Sede, César Mauricio Velásquez, según se cita en una nota informativa difundida en el blog del embajador colombiano.
Además de la audiencia general del miércoles, los policías y militares colombianos asistirán a los actos que presidirá el Sumo Pontífice en Milán, para el Encuentro Mundial de las Familias, donde se estima asistan más de 1 millón de personas.
Los secuestrados en el corazón del Santo Padre
El Santo Padre Benedicto XVI, desde que tuvo conocimiento del secuestro de los militares y policías, así como los diversos hechos de violencia que ha vivido Colombia, siempre ha sido cercano al dolor de los cautivos colombianos y sus familias.
Así lo hizo saber al concluir la audiencia general del pasado 9 de mayo cuando expresó, en un corto encuentro con el embajador colombiano en el Vaticano, que «acompaño con mis oraciones a los colombianos que más sufren».
Igualmente, en varias de sus audiencias generales, ha hecho un apelo para el fin del secuestro, calificándolo como una «inadmisible forma de violencia», y ha hecho urgentes llamados «a la conversión, al arrepentimiento y a la reconciliación», pidiendo: «¡No más violencia en Colombia, que reine en ella paz!».
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