El Papa a su llegada al aeropuerto |
Milán ( Viernes, 01-06-2012, Gaudium Press) «Milán cambió» y » está buscando su nueva figura». La ciudad de la Iglesia ambrosiana, que en su historia «supo conjugar sabiamente el orgullo por su propia identidad con la capacidad de acoger toda contribución positiva». Hoy «la singular identidad de Milán no la debe aislar ni separar, cerrándola en sí misma, sino -en la «clara distinción de los papeles y de las finalidades- la Milán positivamente ‘laico’ y la Milán de la fe son llamadas a contribuir al bien común»: Fue ese el diálogo entre el Cardenal Angelo Scola, coordinador del VII Encuentro Mundial de la Familias en Milán, y el Papa Benedicto XVI, en el encuentro con la ciudadanía en la Piazza Duomo, a la llegada del Pontífice a Milán. El Santo Padre pasará los próximos tres días en la ciudad ambrosiana reuniéndose y rezando con familias de todo el mundo, entre las cuales una familia brasileña que le hará una pregunta en la Fiesta de los Testimonios en la víspera de la Misa del domingo, punto auge del Encuentro.
Un día bonito, pero principalmente el calor y los aplausos de las personas recibieron al Santo Padre a su llegada a Milán. El encuentro con la ciudadanía fue el primer punto de la visita de Benedicto XVI a la ciudad. No faltó un momento para el beso del Papa a un infante, ocasión muy apreciada por los fieles.
El Papa besa a un infante en su arribo a la Piazza Duomo |
En el primer discurso el Santo Padre reafirmó el patrimonio espiritual católico y cultural de Milán. La ciudad se halla «en un punto de convergencia -Mediolanum- de pueblos y de culturas. La ciudad -observó- supo así conjugar sabiamente el orgullo por su propia identidad con la capacidad de recibir toda contribución positiva que, durante la historia, le fue ofrecida. Aun hoy, Milán es llamada a redescubrir este papel positivo, precursor de desarrollo y de paz para toda Italia».
«Donde está Pedro, allá está la Iglesia»
El Papa resaltó la importancia y la necesidad de mantener el lazo entre la Iglesia ambrosiana y el Sucesor de Pedro. «Donde está Pedro, allá está la Iglesia», reafirmó citando las palabras de San Ambrosio. San Carlos Borromeo, los beatos cardenales Andrea Carlo Ferrari y Alfredo Ildefonso Schuster; el Siervo de Dios Papa Pablo VI y Santa Gianna Beretta Molla fueron otras figuras ilustres de la diócesis ambrosiana recordadas por Benedicto XVI.
No faltaron también las palabras de proximidad espiritual del Pontífice con las personas que sufren de varias maneras. «Un pensamiento afectuoso -dijo- dirijo a todos quienes precisan de ayuda y de consolación, y están afligidos por varias preocupaciones: a las personas en soledad o en dificultad, a los desempleados, a los enfermos, a los presos, a todos aquellos que no tiene casa o lo indispensable para vivir una vida digna. No falte a ninguno de estos nuestros hermanos y hermanas el interés solidario y constante de la colectividad».
El Papa hizo votos para «trasmitir a las futuras generaciones la llama de una tan luminosa tradición» y de «colocar en el actual contexto cultural el fermento evangélico» partiendo de «un estable y auténtico ‘bienestar’, a partir de la familia, que debe ser redescubierta como patrimonio principal de la humanidad, coeficiente y señal de una verdadera y estable cultura a favor del hombre», fueron las últimas palabras de Pontífice a los fieles presentes en el discurso a los ciudadanos.
Tras el encuentro, el Papa asistiría al concierto realizado en honra suya y en memoria de las víctimas del terremoto en Emília Romagna.
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