Roma (Martes, 05-06-2012, Gaudium Press) Tal vez haya sido el más bello y el más emocionante testimonio de Benedicto XVI en el VII Encuentro Mundial de las Familias el de la proximidad con las poblaciones afectadas por el fuerte terremoto en la región italiana de la Emilia Romagna. Él estuvo próximo siempre, no solamente con la oración y el corazón, sino también con la palabra y la ayuda concreta. Ya en el concierto del Teatro Scala, en la fiesta de los testimonios, así como en la Misa. 500 mil euros ofrecidos por los fieles participantes del evento para las obras de caridad del Papa fueron destinados a la diócesis de Mantua.
«Es seguro que no nos olvidamos de vosotros, todos hacemos lo posible para ayudaros – la Cáritas, todas las organizaciones de la Iglesia, el Estado, las diversas comunidades – cada uno de nosotros quiere os ayudar, sea espiritualmente en nuestra oración, en nuestra proximidad de corazón, sea materialmente y rezo insistentemente por vosotros. Dios os ayude, nos ayude a todos», aseguró el Papa el sábado en Milán al final de la fiesta de los testimonios en vivo para la televisión en Italia por Rai, CTV, Sat200 y Telepace.
Un particular testimonio de cómo está la situación fue dado por el obispo de Mantua, Mons. Busti al final de la Adoración Eucarística realizada el viernes de noche en la Catedral de Milán. «Quiero, antes que nada, agradecer al Santo Padre y a todos ustedes por la proximidad que nos están demostrando – dijo en nombre de todos los otros obispos. Terremotos, en Italia y en el mundo, incluso en tiempos recientes, han ocurrido con frecuencia. Yo también, así como muchas personas, intenté contribuir como podía, con la mayor generosidad posible. Pero ahora me doy cuenta que solamente la experiencia directa consigue hacer comprender aquel dolor muy particular que envuelve y penetra todas las fibras de la persona, porque son substraídas de la vida cotidiana las realidades más simples, cuyo inmenso valor se comprende solamente cuando faltan. He aquí hermanas y hermanos queridísimos donde nos aprisionó el terremoto. Familia: trabajo y fiesta pueden ver desorganizado en pocos segundos un equilibrio arduamente conquistado en el tiempo. Por eso les pido que no se olviden de nosotros». El Papa habló con los obispos de las zonas alcanzadas por el terremoto en la Emilia durante los trabajos de la asamblea general de la Conferencia Episcopal italiana en el último día 24 de mayo.
Actualmente, con necesidades más urgentes hay cerca de 15 mil personas que hace días viven en los campamentos. Al final de la Adoración Eucarística fue organizada una colecta. La propia Adoración eucarística, de hecho, fue realizada también en las siete zonas pastorales. En la Catedral estaban presentes los obispos provenientes de las tierras más afectadas por el terremoto de estos días: Mons. Roberto Busti, obispo de Mantua; Mons. Antonio Lanfranchi, obispo de Modena; Mons. Paolo Rabitti, obispo de Ferrara y Mons. Francesco Cavina, obispo de Carpi. También estaba presente Mons. Yves Marie Pean, obispo de Gonaives en Haití, duramente afectado por un terremoto en 2010 y que todavía hoy tiene dificultad en recuperarse.
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