Brasilia (Miércoles, 06-06-2012, Gaudium Press) El próximo jueves 7 de junio, se celebra la Fiesta de Corpus Christi, importante ceremonia litúrgica de la Iglesia Católica. En razón de eso, algunos prelados brasileños publicaron en el site de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) sus opiniones comentando el real significado de la celebración en la vida del pueblo cristiano. Relataremos aquí dos de estas opiniones, dadas por el arzobispo de San Pablo y el arzobispo de Río de Janeiro.
Cardenal Odilo Pedro Scherer, Arzobispo de San Pablo |
Para el arzobispo de San Pablo, Cardenal Odilo Pedro Scherer, el Corpus Christi pone en evidencia los misterios centrales de nuestra fe y de la vida cristiana. «Salimos de nuestras iglesias y vamos, con Jesús en la Eucaristía, para las calles y plazas de nuestras ciudades, anunciando que ‘Él está en medio de nosotros’ y habita con nosotros y orienta nuestra historia; nuestras actividades cotidianas, nuestras ocupaciones profesionales y responsabilidades sociales, nuestra convivencia social, nada de eso es indiferente a nuestra fe: en todo somos ‘testigos de Dios’, discípulos misioneros de Jesucristo», afirmó.
Ya el arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, afirmó que la solemnidad de Corpus Christi trae a la luz la reflexión de las responsabilidades cristianas delante de la vida y el evangelio. «Es la gran solemnidad que nos pregunta sobre el Misterio de la presencia de Dios en la historia y en nuestra vida. Es también una oportunidad, en estos tiempos de pérdida de valores, principalmente del olvido de Dios, de que cada uno de nosotros nos resituemos en el camino de Aquel con quien ya nos encontramos, pero que necesitamos continuar buscándolo aún más», dijo.
Mons. Orani João Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro |
La característica que distingue a la fiesta de Corpus Christi de las demás fiestas católicas es la manifestación pública por parte de los fieles. En la fecha hay procesión por las vías públicas, misas y adoración al Santísimo Sacramento, con el objeto de estimular entre los fieles el espíritu de unidad y fraternidad.
Una de las grandes tradiciones existentes en la festividad que celebra el Cuerpo de Cristo es adornar las calles con aserrín colorido, flores, vidrio molido, polvo de café y otros materiales, confeccionando una especie de alfombra por donde pasará la procesión de la celebración. Estas alfombras tienen un gran colorido y son formadas con diseños de inspiración religiosa.
De otro lado, la procesión del pueblo de Dios, recuerda la búsqueda de la Tierra Prometida. En el Antiguo Testamento, ese pueblo fue alimentado con maná, en el desierto, y hoy, es alimentado con el propio Cuerpo de Cristo.
Deje su Comentario