Se inauguró en Sevilla, España, plaza dedicada al Beato Juan Pablo II

Sevilla (Miércoles, 06-06-2012, Gaudium Press) Con la finalidad de presentar un referente moral, espiritual y ético para Sevilla, fue inaugurada en la ciudad española una plaza dedicada al Beato Juan Pablo II.

Foto: Archidiócesis de Sevilla

La plaza sevillana, situada en la localidad de Marchena, fue rotulada con el nombre del Pontífice el pasado sábado 2 de junio en un acto al que asistió el alcalde zonal, Juan Antonio Zambrano, los párrocos José María Lanseros y Antonio Ramírez Palacios, respectivamente de las parroquias San Agustín y San Sebastián -situadas en la localidad-, así como miembros de la Hermandad de la Santa Caridad, quienes presentaron la propuesta del cambio de nombre de la plaza por la de «Beato Juan Pablo II», además de otros invitados.

Durante la presentación del nuevo nombre, José Manuel Álvarez, de la hermandad sevillana explicó que la propuesta de una nueva rotulación, la cual fue aprobada en el pleno del Ayuntamiento local, fue hecha debido a que «estamos en un mundo necesitado de referentes morales, espirituales, éticos, de líderes que defiendan los diferentes derechos de las personas», y Juan Pablo II -como continúa- «es referente en una sociedad cada vez más desacralizada y vacía de valores más alejada de Dios», según cita nota de prensa de la Archidiócesis de Sevilla.

Álvarez, también señaló que escoger como nombre a Juan Pablo II es un homenaje a aquel que fue ejemplo para millones de personas, católicos y no católicos: «fue un gran hombre para algunos, un líder carismático para otros, pero para nosotros, ante todo, un hombre de Dios, identificado con Jesús, que rompió muchos esquemas y supo promover la conciencia de toda la humanidad».

Por su parte el padre Ramírez Palacios, refiriéndose al Beato dijo que «Juan Pablo II no fue un Papa más», ya que fue un gran ejemplo para los católicos, siendo característico su buena voluntad. También fue «defensor de la libertad, coherente» y su testimonio de fortaleza frente al sufrimiento; puesto que «sufrió un atentado el 13 de mayo de 1981, y en acto de martirio y con las facultades disminuidas, sacó su gran fuerza humana para sobreponerse», destacó.

Con información de la Archidiócesis de Sevilla.