Menú 
Tijuana (Viernes, 08-06-2012, Gaudium Press) Los Obispos del Estado de Baja California, en México, se declararon «desconcertados» al recibir la noticia de que el Congreso local decidió, por unanimidad, rechazar la reforma al artículo 24 de la Constitución Federal que se refiere a la libertad religiosa y en la que se buscaba la protección al derecho de manifestar públicamente la fe. El texto de la reforma ya había sido aprobado por el Senado mexicano (ver nota anterior) y cursa actualmente el proceso de ratificación en el Congreso local de los diferentes estados que componen los Estados Unidos Mexicanos.
 |
| Congreso de Baja California |
Los prelados de Mexicali, Ensenada y Tijuana recordaron a los legisladores que la Iglesia afirma y enseña «el valor humano y cristiano de la sana laicidad», pero que también reclama el respeto del derecho humano a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa. «Estos derechos humanos se fundan en la dignidad de la persona humana», afirmaron los Obispos, quienes recordaron que el Estado no crea esos derechos sino «solamente los reconoce, garantiza y protege. Nuestros representantes lo desconocen o, si lo sabían, lo han olvidado».
En la declaración, suscrita el pasado 06 de junio, también se recuerda que la reforma incluía la protección de la libertad de conciencia y de convicciones éticas. La reforma beneficiaría a todos los ciudadanos sin distinción de su credo: «Esta Reforma Constitucional no implicaba ningún privilegio ni discriminación a favor o en contra de alguna agrupación o asociación religiosa, simplemente es el reconocimiento de un derecho fundamental de todos los mexicanos», expresaron los Obispos firmantes.
«Al no reconocer este derecho natural, vemos un retroceso en materia de libertades», expresaron los prelados. También recordaron que las convicciones religiosas y éticas deben poder expresarse en todos los ámbitos de la vida. Sin esta libertad fundamental, «las demás libertades quedan sin su verdadero fundamento y corren el riesgo de la deshumanización».
Los Obispos exhortaron a la sociedad y en particular a los legisladores a trabajar por crear «un ambiente donde todos, creyentes y no creyentes, podamos convivir en respeto, igualdad, fraternidad y solidaridad». La declaración concluye invocando para todos la paz de Cristo y el deseo ferviente de que «el Espíritu Santo nos inspire para vivir en la verdadera libertad de los hijos de Dios».
Deje su Comentario