Roma (Martes, 12-06-2012, Gaudium Press) «Una cultura que no busca el bien, cuyo moralismo es una máscara para, en realidad, confundir, crear confusión y destrucción. Y contra esta cultura, en la cual la mentira se presenta bajo el ropaje de la verdad y la información, contra esta cultura que busca solamente el bienestar material y niega a Dios, dijimos ‘no’ «, afirmó Benedicto XVI en la apertura del Congreso Eclesial Diocesano de Roma anual, en la Basílica Lateranense. El Santo Padre profundizó el tema del encuentro: «Id y haced discípulos, bautizando y enseñando. Redescubramos la belleza del Bautismo».
El Papa realizó una ‘lectio divina’ improvisada sobre el Bautismo |
El Santo Padre hizo una ‘lectio divina’, improvisada, sin un discurso escrito, y explicó el sentido y la naturaleza, la materia y las palabras del Sacramento de la Iniciación cristiana. «¿Por qué es necesario ser bautizado?», preguntó y respondió luego que eso es necesario para estar «unidos a Dios». Gracias a ese sacramento Dios «no está distante de nosotros» y ni incluso se puede colocar en duda su existencia, «no es la cuestión si existe o no existe». En consecuencia, Dios «no es una estrella distante, sino el ambiente de mi vida», explicó.
La fe, fruto del Bautismo, que es un don
Otro aspecto importante que fue resaltado por el Papa al inicio fue la fe, como fruto del Bautismo, pues de hecho, «nosotros nos hacemos a nosotros mismos cristianos», no es «nuestra opción», sino «un don» y «una acción» de Dios. En un cierto sentido tenemos que «ser pasivos en el ser cristianos». El Bautismo tiene también una dimensión comunitaria, porque «rompe mi aislamiento». «Ser bautizados no es nunca un acto solitario, para ‘mí’, sino que es siempre necesariamente un estar unido con todos los otros, un estar en unidad y solidaridad con todo el Cuerpo de Cristo», saliendo del propio egoísmo. El Dios de Abraham y otros grandes profetas del Antiguo Testamento nos recuerdan que «no estamos muertos», sino «inmersos en la vida indestructible» y «vivos en la vida inmortal», afirmó.
Sobre la materia y la palabra-forma del Sacramento del Bautismo, el Santo Padre recordó que «es importante que el cuerpo también haga parte de nuestra fe». En este punto explicó el sentido de la materia: el agua. Pero antes explicó la forma-palabra que comprende tres renuncias del mal, principalmente la de las seducciones del mal. El Pontífice advirtió contra la cultura de la «burbuja del diablo», de «grandes espectáculos», donde «no cuenta la verdad» y «no cuenta el bien». Benedicto XVI se opuso fuertemente a esta cultura que «no busca el bien, cuyo moralismo es una máscara para, en realidad, confundir, crear confusión y destrucción. Y contra esta cultura, en la cual la mentira se presenta bajo el ropaje de la verdad y la información, contra esta cultura que busca solamente el bienestar material y niega a Dios, decimos ‘no’ «, afirmó.
Volviendo al tema de la materia, el Santo Padre resaltó el aspecto de la nueva vida cuyo símbolo es el agua. Hace también pensar al Mar Rojo que trajo muerte al maligno. El Bautismo «no es solamente una ceremonia, un lavado», sino «un nuevo nacimiento». El Papa concluyó la reflexión explicando el sentido del bautismo de los niños. Observó que, de hecho, nosotros no escogemos nuestro nacimiento biológico. Así, damos a los recién nacidos la «certeza de una vida buena, eterna completa».
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