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Ciudad del Vaticano (Jueves, 14-06-2012, Gaudium Press) La Santa Sede avanza en su estrategia de uso de las nuevas tecnologías y da un nuevo paso para aprovechar la introducción del nuevo protocolo que determina las direcciones de sitios en internet. El pasado 13 de junio se dio a conocer su aplicación formal para controlar la extensión «.catholic» que identificará las páginas web de la Iglesia.
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| Las páginas web de la Iglesia se identificarán con la extensión «.catholic» |
El anuncio lo realizó la Corporación de Internet para los Nombres y Números Asignados (ICANN, por sus siglas en inglés) , que coordina los nombres y direcciones electrónicas alrededor del mundo y que tiene su sede en Londres. La organización realiza actualmente la expansión de extensiones más grande de la historia que permitirá cientos de sufijos nuevos que competirán con los tradicionales «.com», «.edu» y «.org», entre otros.
Según el registro de esta institución, la extensión fue solicitada por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS). La organización ha estipulado un plazo de espera de siete meses para evaluar y aprobar las más de 1900 solicitudes de nuevas extensiones. En ese plazo comprobará si las organizaciones solicitantes son las mejores representantes de los nombres que pretender controlar.
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| Mons. Paul Tighe |
Monseñor Paul Tighe, secretario del PCCS, manifestó a Catholic News Service que esta aplicación demuestra la importancia que la Iglesia da a los espacios digitales. La nueva extensión «será una manera de autenticar la presencia católica en línea», afirmó. «La gente en internet sabrá si un sitio es auténticamente católico».
La Santa Sede proyecta un uso discreto de esta herramienta, que estaría disponible sólo para «instituciones y comunidades que tengan reconocimiento canónico», expuso Mons. Tighe. De esta forma la extensión se enfocaría en diócesis, parroquias y otras jurisdicciones territoriales de la Iglesia. También acogería órdenes religiosas y comunidades reconocidas, al igual que instituciones católicas como universidades, escuelas y hospitales.
El nuevo protocolo de Internet admite otros tipos de caracteres distintos a las letras del alfabeto occidental, de forma que la Santa Sede aplicó también para los equivalentes de la palabra en los alfabetos cirílico, árabe y chino.
El costo de cada aplicación es de 185 mil dólares, lo cual es considerable. Sin embargo, Mons Tighe lo comparó a las inversiones necesarias para mantener la estructura de un templo y lo calificó como una buena inversión, que garantiza «una presencia más cohesiva y organizada, de manera que la estructura reconocida de la Iglesia pueda ser replicada en el espacio digital».
Con información de CNS
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