Medellín (Jueves, 14-06-2012, Gaudium Press) «Hoy cuando el matrimonio afronta tantos desafíos, desde el egoísmo personal hasta ciertas agendas políticas que quieren borrar su concepto natural, es necesario que trabajemos más por mostrar la belleza y la trascendencia de la vocación matrimonial»; es la exhortación que ha hecho el Arzobispo de Medellín, Colombia, Mons. Ricardo Tobón Restrepo, en su mensaje semanal difundido por el «Semanario Arquidiocesano» medio de comunicación de la diócesis local.
Mons. Ricardo Tobón, Arzobispo de Medellín |
En la misiva, el prelado colombiano destaca el 7º Encuentro Mundial de las Familias realizado recientemente en Milán, Italia, con la presencia del Papa Benedicto XVI, señalando que el evento «debe tener profundas resonancias» en la pastoral familiar de la Arquidiócesis de Medellín.
Como acciones concretas, Mons. Tobón dice que es necesario formar a los novios para la misión del matrimonio y «difundir la enseñanza de la Iglesia sobre la familia como ámbito natural del amor y de la vida, por defender los derechos de la familia y por lograr que las familias sean acogidas y protegidas por la sociedad».
También agrega que «cuidar la causa de la familia es cuidar la causa misma del hombre y de la civilización».
El Arzobispo de Medellín, igualmente hace eco de varias de las palabras pronunciadas por Su Santidad durante el Encuentro Mundial de las Familias. Recuerda que las familias son «el principal recurso de la sociedad», y que los esposos, en el matrimonio, «no donan cualquier cosa o actividad, sino la vida entera».
Dice, además, que el amor en el matrimonio es fecundo porque los esposos «desean y realizan el bien uno para el otro, experimentando la alegría del dar y del recibir», y que la fecundidad de la familia se da porque ella «es la primera e insustituible escuela de las virtudes sociales, tales como el respeto a las personas, la gratitud, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación».
Tomando otras palabras que dirigió Benedicto XVI a su regreso al Vaticano tras el encuentro en Milán, el prelado colombiano destacó el encuentro como la «epifanía de la familia», debido a que allí se manifestó «la unicidad de su identidad sustancial: la de una comunión de amor, fundada en el matrimonio y llamada a ser santuario de la vida, pequeña Iglesia, célula de la sociedad».
Con información del Semanario Arquidiocesano de Medellín.
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