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Lima (Viernes, 15-06-2012, Gaudium Press) Monseñor Alcides Mendoza, Arzobispo emérito de Cusco, conserva varios récords interesantes: fue el Obispo más joven del mundo cuando fue nombrado prelado de Abancay por el Papa Pío XII en 1958 y como tal, fue el más joven en el Concilio Vaticano II. Fue el primer sacerdote en celebrar la Santa Misa en lengua quechua (hablada por los indígenas de los Andes) y tradujo el Misal y las oraciones cristianas con aprobación de la Santa Sede. Sus memorias fueron recogidas en el libro «Al Servicio de Dios», publicado en Perú por Círculo de Encuentro y destacado en la página web de la Pontifica Comisión para América Latina.
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La vida de Mons. Alcides Mendoza combina la labor apostólica y profundamente misionera combinada con la fidelidad a toda prueba a la tradición de la Iglesia. En su ministerio episcopal se destacó por su cercanía a los pueblos indígenas de la sierra peruana, la acogida y fomento de numerosas comunidades religiosas y su carácter marcadamente mariano.
Según la periodista Carmen Elena Villa, quien recogió los recuerdos del prelado «en siete intensas jornadas de trabajo», Mons. Mendoza «es uno de los obispos más paradigmáticos del Nuevo Continente». El libro, explicó, pretende «rendir un homenaje y al mismo tiempo difundir la experiencia y reflexiones de este pastor» de quien destacó especialmente su humildad.
«Nos llamó especialmente la atención que nos hubiera querido hablar no solo de sus aciertos y buenas obras en estos 60 años de vida sacerdotal y 54 de vida episcopal sino también de sus yerros», comentó la periodista, » y cómo estos, si se saben asumir, resultan siempre una invitación para ganar en humildad y afinar la lucha contra el pecado y el hombre viejo».
Mons. Alcides Mendoza fue el primer Obispo de Abancay, Vicario Castrense de Perú y Arzobispo de Cusco. Sus memorias incluyen sus recuerdos y reflexiones sobre el Concilio Vaticano II, que celebra 50 años de su apertura, y del cual él es uno de los 34 Obispos sobrevivientes de los 2.500 prelados participantes.
Con información de Zenit y Comisión Pontificia para América Latina
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