Toronto (Viernes, 15-06-2012, Gaudium Press)«La devoción al Sagrado Corazón es una parte integral de nuestra herencia católica, porque nos ayuda a vivir el mensaje cristiano fundamental de la fe y el amor». Con estas palabras, el P. Thomas Rosica, Jefe Ejecutivo del canal de televisión de la Iglesia canadiense Salt + Light, invitó a renovar la tradicional devoción cuya Fiesta se celebra hoy en todo el mundo.
«Jesús se mostró a santa Margarita María en una forma que ella pudo comprender», explicó el P. Rosica, «con un corazón encendido en llamas de amor». El sacerdote comentó que éste símbolo hace referencia a la realidad más íntima de Dios: «el conocimiento íntimo de Jesús, sus sentimientos y virtudes, toda su vida emocional y moral, desde el Corazón amante hasta todas las manifestaciones de su amor».
Este importante significado es desconocido por una cultura cada vez más alejada de Dios. «La devoción al Sagrado Corazón ha sufrido un ataque cardíaco en las últimas décadas», afirmó el sacerdote. La decadencia del fervor de los católicos es patente al comparar la actualidad con las manifestaciones de fe que florecieron especialmente en la primera mitad del siglo XX. «Muchas familias católicas tenían una imagen del Sagrado Corazón de Jesús en sus hogares, y las horas santas nocturnas de los jueves y los primeros viernes proliferaban en las parroquias», recordó el presbítero.
El Padre Rosica, quien fuera el Director Nacional de la Jornada Mundial de la Juventud Toronto 2002, hizo un llamado a renovar esta devoción, indispensable para el mundo actual. «Si hay un adjetivo que describe el mundo moderno, es que este mundo es un mundo sin amor. Es un mundo egoísta», se lamentó. El mensaje de Cristo, revelado a santa Margarita María ofrece la solución a esta situación: «Mi sagrado Corazón es tan intenso en su amor a los hombres, y por ti en particular, que no es capaz de contener dentro las llamas de su ardiente caridad, ellas deben transmitirse a travé sde todos los medios».
El sacerdote concluyó invitando a los católicos a volver su mirada a Cristo: «Cuando nos dirigimos a Jesús como el Sagrado Corazón, queremos decir Jesús manifestando su Corazón, Jesús todo Él amante y digno de ser amado. Jesús entero está recapitulado en el Sagrado Corazón, de la misma forma como todo está recapitulado en Jesús».
Con información de Salt + Light
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