Ciudad del Vaticano (Lunes, 18-06-2012, Gaudium Press) En un videomensaje presentado ayer al final de la «Statio Orbis», en el cierre del 50° Congreso Eucarístico Internacional en Dublín, Irlanda, el Santo Padre habló sobre dos temas: sobre la justa percepción de la reforma litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II y los abusos cometidos por algunos miembros del clero de la Iglesia católica en los últimos decenios en Irlanda.
Solo Cristo da «respiración y profundidad a nuestra vida» dijo el Papa |
El verdadero objetivo de la renovación litúrgica, recordó el Pontífice, fue «conducir a las personas a un encuentro personal con el Señor, presente en la Eucaristía» a través de la «plena y activa participación de los fieles en el sacrificio eucarístico». Infelizmente fue aplicado con «muchas incomprensiones e irregularidades» y «no raramente, la revisión de las formas litúrgicas permaneció a un nivel exterior» y la participación activa «fue confundida con el actuar externo».
«En un mundo en cambio, cada vez más obcecado por las cosas materiales, precisamos aprender a reconocer de nuevo la presencia misteriosa del Señor Resucitado, el único que puede dar respiración y profundidad a nuestra vida», afirmó el Papa resaltando que la Eucaristía «requiere también pleno empeño de cada cristiano en la misión de la Iglesia».
Recordando la larga, fiel y profunda historia de la Iglesia católica en Irlanda, el Pontífice no podía dejar de recordar la «horrible» herida de las décadas pasadas, de los abusos cometido por miembros del clero. «¿Cómo podemos explicar el hecho de que personas que recibieron regularmente el cuerpo del Señor y que confesaron los propios pecados en el sacramento de la Penitencia, hayan cometido tal ofensa?», preguntó el Pontífice observando que eso «permanece un misterio».
Tal comportamiento de los sacerdotes que cometieron abusos sobre menores demuestra que «su cristianismo no era más nutrido por el encuentro alegre con Jesucristo: se había tornado simplemente un hábito». El Papa recordó que «la obra del Concilio tenía en realidad la intención de superar esta forma de cristianismo y de redescubrir la fe como una relación personal y profunda con la bondad de Jesucristo». Es objetivo también del Congreso Eucarístico experimentar la verdad y el amor del Señor.
Al final del videomensaje, Benedicto XVI anunció que el 51° Congreso Eucarístico Internacional ocurrirá en 2016, en las Filipinas, en Cebú.
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