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Nepi (Martes, 19-06-2012, Gaudium Press) La joven italiana Cecilia Eusepi, que falleció cuando tenía apenas 18 años, fue proclamada beata en la tarde del pasado domingo 17, en la ciudad de Nepi, perteneciente a la diócesis italiana de Civita Castellana.
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| La Beata Cecilia Eusepi |
En la oración mariana del Ángelus, recitada el domingo, el Papa Benedicto XVI hizo referencia a la joven religiosa. «Esta joven que aspiraba tornarse religiosa misionera fue forzada a abandonar el convento por causa de una enfermedad, que ella supo vivir con una fe inquebrantable, demostrando gran capacidad de sufrimiento para la salvación de las almas en los últimos días de su existencia, en profunda unión con Cristo crucificado», dijo el Santo Padre.
Vida y muerte
Nacida en Monte Romano, Italia, el 17 de febrero de 1910, Cecilia Eusepi ingresó a la vida religiosa muy temprano, con solo cinco años de edad.
En 1915, para que tuviese una buena educación, su madre la dejó bajo los cuidados de monjas de un monasterio cisterciense de la ciudad de Nepi.
Fue allá que en 1922, se matriculó en la Acción Católica e ingresó a la Orden Tercera de los Siervos de María (ahora llamada de Orden Secular de los Siervos de María). En el mismo año, recibió el escapulario en la iglesia de San Tolomeo con la intención de servir como monja, cuando, entonces, asumió el nombre religioso de Hermana María Ángela.
En 1923, ya en Pistoia, entró como «probanda» entre las Hermanas Siervas de María Mantellate. Allá estuvo durante tres años, hasta ser acometida por una grave enfermedad que le perjudicó los pulmones. En octubre de 1926 volvió para su casa en Nepi, falleciendo el día 1º de octubre de 1928.
Virtudes heroicas y milagro reconocido
Las virtudes heroicas de Cecilia Eusepi fueron reconocidas el día 1º de junio de 1987.
El paso para que la joven religiosa se tornase beata fue dado por una junta médica en 2009, cuando aprobó por unanimidad que la cura de Thoma Ricci, ocurrida en 1959, solo podría haber acontecido a través de un milagro. Un milagro posible, gracias a la intervención de Cecilia Eusepi.
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