La evangelización es esencial para la existencia de la Iglesia, no solamente un deber o una elección, resalta Mons. Eterovic

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 20-06-2012, Gaudium Press) Del 7 al 28 de octubre de 2012 ocurrirá en el Vaticano la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana». Hoy de mañana en la Sala de Prensa vaticana fue presentado el segundo paso en la preparación – El Instrumentum laboris, el fruto de las respuestas a los Lineamenta, enviadas por los 13 Sínodos de los Obispos de las Iglesias Orientales Católicas sui iuris, de las 114 Conferencias Episcopales, por los 26 Dicasterios de la Curia Romana y la Unión de los Superiores Generales.

El documento contiene un prefacio, cuatro capítulos, precedidos por una introducción y termina con una conclusión. En la conferencia para la prensa, el Secretario general del Sínodo de los Obispos, Mons. Nikola Eterovic, resaltó la necesidad «de nuevos instrumentos y de nuevas expresiones para tornar comprensible la palabra de Dios en los ambientes de vida del hombre contemporáneo» que es también uno de los motivos del próximo Sínodo.

Mons. Nikola Eterovic, Secretario general del Sínodo de los Obispos

«El evento sinodal -observó el secretario general- debería representar una ocasión de confronto e intercambio, sea del análisis, sea de ejemplos de acción a ser compartidos con el objetivo de alentar a los Pastores y las Iglesias particulares».

El tema de la nueva evangelización tiene como objetivo reafirmar a la Iglesia que la evangelización «no es una elección» o «un deber», sino que «ella existe para evangelizar». Por eso, incluso en los tiempos de hoy debe anunciar con una nueva fuerza el anuncio sobre la Buena Nueva, enfrentándola con algunas situaciones sociales nuevas.

Las respuestas enviadas por los episcopados son una contribución en la preparación y reflexión para el Sínodo sobre los «diversos escenarios: cultural (caracterizado por la secularización), migratorio, económico, político, de la pesquisa científica y tecnológica».

Mons. Eterovic reafirmó el elemento esencial de la nueva evangelización. Ella requiere «una renovación de la pastoral ordinaria en las Iglesias particulares», o sea, «una nueva sensibilidad» y «una cierta creatividad y audacia evangélica, en relación a las personas que se alejaron de la Iglesia». En el «centro de irradiación misionera y de testimonio de la experiencia cristiana» deberían existir las parroquias respondiendo a las «necesidades espirituales y materiales» de las personas. El Instrumentum laboris» sugiere la necesidad de potencializar la vida cotidiana de las parroquias y diócesis a nivel local.

El documento recuerda el llamado común a todos los fieles a la evangelización y la santidad, «en particular, los miembros de vida consagrada y contemplativa, de los grupos y movimientos». La Iglesia precisa «aumentar la calidad del testimonio de los hombres de Iglesia» y colocar en el centro la cuestión de la vocación.

«El secreto de la nueva evangelización, así como la señal de su eficacia, es la respuesta al llamado a la santidad de todo cristiano, continuó Mons. Eterovic.

El Instrumentum laboris concluye recordando la importancia del Espíritu Santo para la nueva evangelización porque la primera evangelización inició en el día de Pentecostés.

Mons. Fortunato Frezza, subsecretario del Sínodo de los Obispos, observó la no singularidad del Sínodo sobre la nueva evangelización, que coincide y está ligada a la apertura del Año de la Fe. «Puerta de la fe», así como nombre del Motu proprio, resalta que la fe es medio y fin.

«La comunión con Dios y la Palabra de Dios son los indicadores de esta doble acepción: la fe introduce en la comunión con Dios, la Palabra de Dios introduce en la fe». Por eso la reflexión sinodal será el punto de partida sobre el tema de la fe.

«Tenemos que usar – observó – de modo razonable los métodos modernos de hacernos escuchar – o mejor, de tornar accesible y comprensible la voz del Señor. No buscamos escucha para nosotros – no queremos aumentar el poder y la extensión de nuestras instituciones, sino queremos servir para el bien de las personas y de la humanidad dando espacio a Aquel que es la Vida».