Lima (Jueves, 21-06-2012, Gaudium Press) El pasado 18 de junio, en la Capilla del «Hogar de la Paz», el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, presidió la Santa Misa de bienvenida a la Superiora General de las Misioneras de la Caridad, Hermana Mary Prema.
Durante su homilía, mencionó que es importante esforzarnos para tener una humildad interna que nos ayude a darnos cuenta que Dios es la vida porque está presente con su cuerpo, con su sangre, con su alma, con su divinidad, con todo el cariño, con todo su amor y con toda su misericordia.
«Cada instante de nuestra vida es un don de Dios, cada instante de nuestra fe es un don de Dios, cada pequeño gesto de caridad es un don de Dios. Y ese Dios que es tan generoso también te dice: «Quiero contar contigo, necesito tu ayuda». Eso nos obliga a preguntarnos cuánto colaboramos con Él y cuánto nos entregamos a Él», afirmó.
Caridad, fe, relación personal con Cristo, penitencia
El Purpurado limeño habló sobre la convocatoria que Benedicto XVI hace a los católicos para este año de la Fe:
«El Papa quiere que en este Año de la Fe, que va a empezar en octubre, haya un nuevo impulso, una renovación, una respuesta más viva. El Señor es el de siempre, el Señor que iluminó a la Beata Teresa o a San Francisco de Asís o a San Pedro Apóstol, el Señor que amó a su madre María es el mismo, no hay más ni menos, es Dios», señaló.
Según el Cardenal Cipriani fe y caridad deben estar íntimamente relacionadas, ambas proceden de Dios, y vienen y llevan a Jesús, a quien debemos dejar actuar en nuestra vida.
«Piensa mucho que la fe sin la caridad no tiene fruto y la caridad sin fe es puro sentimiento, cámbialo. Y para eso, hermanos, intimidad, amistad con Jesús (…) Hay que esforzarse todos los días en esa presencia de Dios, Dios está contigo; y si sientes que no está contigo, pídeselo; si necesitas confesarte, confiésate».
Con información de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima
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