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Roma (Viernes, 22-06-2012, Gaudium Press) Una inmensa alegría expresó el Papa Benedicto XVI al recibir al primer grupo de Obispos Colombianos que viajaron a Roma desde el pasado 14 de junio para la visita Ad Limina Apostolorum. El Santo Padre se encontró con los prelados del país latinoamericano en audiencia celebrada en la mañana de hoy en el Vaticano.
«Con gran gozo los recibo, Pastores de la Iglesia de Dios que peregrina en Colombia, venidos a Roma para realizar su visita Ad Limina y estrechar así los vínculos que los unen con esta Sede Apostólica. Como Sucesor de Pedro, ésta es una preciosa oportunidad para reiterarles mi afecto y cordialidad»; dijo el Pontífice al saludar a los prelados colombianos.
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| Benedicto XVI dijo que «es indispensable reavivar en todos los fieles su conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo» |
Luego, señalando que es cercano a los diversos esfuerzos que la Iglesia colombiana ha realizado para una renovada y fructífera evangelización, dijo que Colombia no puede ser ajena a las consecuencias que conlleva olvidarse de Dios: «Mientras que años atrás era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a cuanto inspirado en ella, hoy no parece que sea así en vastos sectores de la sociedad, a causa de la crisis de valores espirituales y morales que incide negativamente en muchos de sus compatriotas».
Al respecto, el Sumo Pontífice exhortó: «Es indispensable, pues, reavivar en todos los fieles su conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo, nutriendo las raíces de su fe, fortaleciendo su esperanza y vigorizando su testimonio de caridad».
Más adelante, refiriéndose al pluralismo religiosos, de modo particular a la presencia cada vez mayor en Colombia, así como en el resto de América Latina, de comunidades pentecostales y evangélicas, dijo: «es evidente que el pueblo fe Dios está llamado a purificarse y a revitalizar su fe dejándose guiar por el Espíritu Santo».
Y continuó: «Se trata, por tanto, de ser mejores creyentes, más piadosos, afables y acogedores en nuestras parroquias y comunidades, para que nadie se sienta lejano o excluido. Hay que potenciar la catequesis, otorgando una especial atención a los jóvenes y adultos; preparar con esmero las homilías, así como promover la enseñanza de la doctrina católica en las escuelas y universidades. Y todo esto para que se recobre en los bautizados su sentido de pertenencia a la Iglesia y se despierte en ellos la aspiración de compartir con otros la alegría de seguir a Cristo y ser miembros de su cuerpo místico».
Benedicto XVI también alentó a seguir «con tenacidad y perseverancia», las pautas que los Obispos colombianos han trazado en el Plan Global de la Conferencia Episcopal (2012-2020). «Háganlo afianzando la comunión a la que están llamados los Obispos en el ejercicio de su misión, pues, concordando planteamientos pastorales y aunando voluntades, el ministerio que el Señor les confió alcanzará copiosos frutos», expresó.
Obediencia filial al Santo Padre
En la ocasión, Mons. Rubén Salazar Gómez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Arzobispo de Bogotá, dirigió, en nombre de los obispos colombianos, un discurso al Santo Padre donde saludó y expresó la obediencia filial de los prelados con Su Santidad.
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| Mons. Rubén Salazar Gómez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, saludó al Santo Padre en nombre de los Obispos Colombianos |
«Padre Santo, venimos hoy en peregrinación Ad Limina Apostolorum para escucharos con profunda devoción y que Vuestra Palabra nos aliente en nuestro humilde servicio al Evangelio y nos abra perspectivas nuevas para poder seguir adelante en el cumplimiento de la tarea que el Señor nos ha encomendado», saludó el Arzobispo colombiano.
Luego, expresando que la Iglesia colombiana sigue de cerca las directrices dadas en la 5ª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Aparecida, Brasil, dijo que ella «se esfuerza por hacer vibrar el mensaje redentor del Evangelio con la fuerza misionera que le es propia, iluminando con la Luz de Jesucristo todos los ámbitos de la vida nacional».
Continuó señalando que, de esta manera, «la Iglesia se esfuerza todos los días por mostrar al mundo la belleza y la riqueza insondables del Evangelio y manifestar a nuestra sociedad la presencia salvadora del Señor resucitado, con el empeño de que los principios evangélicos sean reconocidos y aceptados en lo íntimo de la conciencia de cada colombiano y en las leyes de la República».
Al finalizar, Mons. Salazar Gómez imploró a Benedicto XVI la Bendición Apostólica «sobre todos los hijos de nuestra patria».
Con información de Radio Vaticana.
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