Bogotá (Martes, 26-06-2012, Gaudium Press) Tras un par de años de esfuerzos para hacer tangible un sueño, la Pastoral Penitenciaria de Colombia inaugurará el próximo viernes 29 de junio la primera etapa del Centro Nacional de Servicios de la Pastoral Penitenciaria Católica, que tiene por objeto apoyar la intervención social integral de la Iglesia Católica en el sistema penitenciario colombiano.
El Centro, que ofrecerá diversos servicios para los familiares de los presos y ex reclusos, «es un proyecto piloto, único en América Latina», que ofrecerá ayuda para todo el mundo penitenciario, según dijo el padre Andrés Fernández, Coordinador Nacional de la Pastoral Penitenciaria en Colombia y Capellán Mayor del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), en entrevista con el Departamento de Comunicación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEE).
Alrededor de 120.000 presos existen actualmente en Colombia. Gran parte de ellos reciben el apoyo de la Pastoral Penitenciaria Católica |
Como expuso el sacerdote, la primera etapa que se inaugurará consta de un área de atención externa con salas personalizadas de servicio y consultorios médicos, odontológicos, psicológicos, para optometría, una farmacia y consultorio jurídico.
Además, el centro tendrá una sala virtual para que las personas que tienen un familiar preso en alguna cárcel distante a Bogotá puedan comunicarse con él a través de una visita virtual por Internet.
Igualmente, el centro servirá de hogar de paso para madres y esposos de reclusos que se encuentran presos en la capital colombiana. La idea, como explica el Padre Fernández, es que las madres y esposas «puedan llegar al centro y tener una habitación, visitar a sus familiares y retornar luego a su lugar de vivienda y trabajo».
El Centro, como continuó el sacerdote, también será hogar de presos en libertad para que, «mientras hacen un contacto con la familia puedan estar una, máximo 3, noches de paso, para llegar a sus lugares de origen».
El proyecto también incluye programas de capacitación que inicialmente será en las áreas de confección para las madres y esposas de los recursos, así como en panadería y pastelería.
«Más adelante, cuando se logren los otros espacios, tendremos nuevos servicios. Por ahora, fundamentalmente son esas áreas que tratamos de ofrecer al mundo penitenciario y para agentes de pastoral y capellanes», dice el Capellán del INPEC.
Premio a la Solidaridad y Desarrollo «Cardenal Van Thuan»
Gran parte de la construcción del Centro, en esta etapa inicial, se debe al Premio a la Solidaridad y Desarrollo «Cardenal Van Thuan» que recibió este proyecto en el año 2009, frente a más de 90 participantes.
«El proyecto fue presentado en la Fundación Van Thuan y en el Pontificio Consejo de Justicia y Paz. Allí recibimos un premio por este proyecto que estaba apenas iniciándose. También recibimos la bendición del Santo Padre, a quien le presentamos la iniciativa, nuestro sueño, para pedir por lo menos su oración y su apoyo», agregó el Padre Fernández.
Además del premio, gracias al apoyo de organismos de la Iglesia Católica, así como instituciones europeas y algunas empresas de Colomiba, se logró avanzar en la primera etapa del centro de servicios pastorales.
A la fecha, como asegura el Padre Fernández, el proyecto ha avanzado en un 30% a 35%. «Con la ayuda de Dios poco a poco iremos. Sabemos que la obra es de Dios. Es una necesidad muy urgente en el país (…) Contamos con la Gracia de Dios y con el apoyo de la gente», agrega el sacerdote.
De esta manera, el proyecto, situado en el centro histórico de Bogotá con 5000 metros cuadrados, resolverá parte de las necesidades de alrededor de los 120.000 internos que hay actualmente en Colombia.
«Como Iglesia Católica es la oportunidad para comprometernos en este servicio tan importante y tan necesario, que es el tema de apoyo a las familias de los condenados», concluye el Padre Fernández.
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia.
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