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Santarém (Martes, 26-06-2012, Gaudium Press) Con la intención de evitar la banalización de la celebración en que los niños reciben por la primera vez la Eucaristía, el más importante sacramento católico, el obispo de Santarém, Portugal, Mons. Manuel Pelino, quiere ofrecer una experiencia religiosa significativa, a fin de que ellos se motiven a continuar «con gusto y fidelidad el recorrido de la iniciación cristiana en orden a la fe adulta».
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| Mons. Manuel Pelino |
«La denominada Primera Comunión corre el riesgo de tornarse una fiesta más de la infancia en medio de tantas otras, fruto de un secularismo reinante, fuente del relativismo, de la superficialidad y el vacío», escribe Mons. Manuel Pelino en nota publicada en el site de la diócesis.
El prelado quiere reforzar el interés de los niños por la Primera Comunión «a través de la experiencia del encuentro festivo en la Sede [episcopal], del diálogo con el Obispo, de la participación activa e interior en una asamblea eucarística numerosa y viva».
Destacando que muchos fieles todavía conservan el recuerdo de esta celebración como una referencia llena de encanto, Mons. Pelino afirma que la Primera Comunión debe ser «una referencia fundamental en el recorrido del crecimiento espiritual».
Por último, el obispo portugués destaca la necesidad de que la Iglesia continúe revisando las sendas de la iniciación cristiana, o sea, el Bautismo y el Crisma, que con la Eucaristía constituyen los primeros sacramentos de la Iglesia Católica.
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