14 Arzobispos metropolitanos de Latinoamérica recibirán el palio de las manos del Papa

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 27-06-2012, Gaudium Press) Pasado mañana se celebrará una gran fiesta en el Vaticano: la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo. Según la tradición los dos Apóstoles, pilares de la Iglesia, fueron martirizados en el mismo día: Pedro en la cruz, Pablo fue decapitado. A la fiesta está ligado el rito de la bendición e imposición de los palios a los nuevos Arzobispos. Durante el año, fueron cambiados los prelados en 46 diócesis metropolitanas.

Rito de imposición del palio arzobispal

Entre los 44 obispos que vendrán a la ceremonia en el Vaticano, estarán presentes todos los 14 latinoamericanos, cuya mitad proviene de Brasil: Mons. Wilson Tadeu Jönck, S.C.I., arzobispo de Florianópolis; Mons. José Francisco Rezende Dias, arzobispo de Niterói; Mons. Esmeraldo Barreto De Farias, Ist. Del Prado, arzobispo de Porto Velho; Mons. Jaime Vieira Rocha, arzobispo de Natal; Mons. Airton José dos Santos, arzobispo de Campinas; Mons. Jacinto Furtado De Brito Sobrinho, arzobispo de Teresina; Mons. Paulo Mendes Peixoto, arzobispo de Uberaba.

Dos arzobispos metropolitanos son provenientes de México: Cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis Potosí. De otros países latinoamericanos, recibirán el palio: Mons. Alfredo Horacio Zecca, arzobispo de Tucumán, Argentina; Mons. Mario Alberto Molina Palma, O.A.R., arzobispo de Los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán, Guatemala; Mons. Salvador Piñeiro García-Calderón, arzobispo de Ayacucho o Huamanga, Perú; Mons. Ulises Antonio Gutiérrez Reyes, O. de M., arzobispo de Ciudad Bolívar, Venezuela; Mons. Joseph Harris, C.S.Sp.; arzobispo de Port of Spain, Antillas.

Dos arzobispos no pudieron hacerse presentes, por cuanto recibirán el palio en sus sedes metropolitanas: Mons. Gabriel Justice Yaw Anokye, arzobispo de Kumasi, en Gana y Mons. Valéry Vienneua, arzobispo de Moncton, Canadá.

El palio es una faja confeccionada con la lana blanca de los corderos que son bendecidos por el Pontífice en la fiesta de Santa Inés. Es un paramento litúrgico reservado a los obispos y arzobispos metropolitanos en señal de la unión con el Sucesor de Pedro y de la comunión con la Iglesia de Roma. Tiene la forma de letra Y, es decorada con seis cruces negras de seda como símbolo de las heridas de Jesucristo. El palio del Pontífice es un poco más largo y trae cruces rojas en lugar de negras.