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Santiago (Jueves, 28-06-2012, Gaudium Press) Cientos de familias, jóvenes y niños integrantes de la prelatura del Opus Dei asistieron este martes 26 a la Catedral Metropolitana de Santiago para participar de la misa celebrada durante la festividad de San Josemaría Escrivá Balaguer.
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| «Las Palabras de Vida Eterna las tiene solamente el Señor», recordó Mons. Ezzati |
El oficio religioso fue encabezado por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, quien con mucho cariño dio la bienvenida a los fieles, agradeciendo a Dios los frutos que ha suscitado a través de San Josemaría «en la Iglesia del mundo y, de manera muy particular, en nuestra Iglesia de Santiago».
«(San Josemaría) ciertamente inspira la vida, la acción de ustedes y de sus familias», aseveró.
Escuchar con atención las palabras del Señor y seguir sus enseñanzas
Comentando el Santo Evangelio, el obispo destacó la actitud atenta de los discípulos hacia las palabras de Jesús, resaltando a los presentes que en un mundo como el de hoy, tan convulsionado y lleno de distracciones, lo fundamental es escuchar al Señor y seguir sus enseñanzas. «Las palabras de vida eterna las tiene solamente el Señor», dijo.
Y agregó: «Qué importante es que nosotros estemos pendientes para escuchar su Palabra, el camino de la vida y de la esperanza que el Hijo de Dios nos propone».
Muchas veces echamos las redes todo el día y toda la noche sin pescar nada, sin embargo «es Jesús que nos advierte que si no está en la barca con nosotros, en vano trabajamos», manifestó. «El único que sabe pescar de verdad el corazón de los hombres y de las mujeres es el Señor Jesús, Él sabe dónde echar la red para tener una pesca abundante», añadió.
Al terminar su mensaje, el arzobispo manifestó a los fieles presentes: «Dios quiera que en cada uno de nosotros el Señor encuentre personas que están pendiente de sus labios, de su Palabra, de lo que él nos quiere decir». También los instó a buscar la santidad en la vida diaria «para que seamos esos pescadores atentos que saben echar las redes allí donde el Señor nos invita para obtener una pesca abundante».
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