Washington (Jueves, 28-06-2012, Gaudium Press) La Hermana Azeret Kidane, miembro actuante de la Comisión de la Actividad Pastoral con los trabajadores extranjeros y solicitantes de asilo del Patriarcado Latino de Jerusalén, fue reconocida en la última semana como heroína por su contribución extraordinaria en el combate al tráfico de seres humanos. La premiación fue concedida por el Departamento del Tráfico de Personas de los Estados Unidos y coincidió con la publicación anual del informe sobre tráfico humano de la institución.
Residente en Jerusalén, la religiosa comboniana fue premiada específicamente por su actuación en una campaña realizada en Israel, junto con médicos que actúan por los Derechos Humanos. Conforme la Radio Vaticana, el trabajo desarrollado por la monja en esta ocasión llamó la atención del mundo hacia el terrible drama del tráfico sistemático, secuestros y torturas perpetradas contra los refugiados del Desierto del Sinaí, antes de la entrada a Israel.
Hermana Azeret Kidane habló a la Radio Vaticana sobre su actuación: «En los dos últimos años, centenas de solicitantes de asilo, víctimas de torturas y del tráfico, compartieron conmigo las historias no contadas de prolongado sufrimiento físico y psicológico a los cuales fueron sometidos por los traficantes en el Desierto del Sinaí», relató. Conforme la religiosa, a ningún ser humano le gustaría escuchar los testimonios chocantes «que oí cotidianamente en la clínica abierta por los médicos por los Derechos Humanos, en Israel».
Dando más detalles sobre la situación de los solicitantes de asilo en Israel, la monja comboniana contó que ellos son detenidos a la fuerza, torturados y muchas veces muertos en el Desierto del Sinaí. Según la religiosa, el mundo no hizo lo suficiente para detener esta violencia; los esfuerzos que hace junto a los médicos para los Derechos Humanos ayudan, pero no son la solución, siendo necesaria una acción internacional.
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