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Río de Janeiro (Jueves, 28-06-2012, Gaudium Press) Llamados por el guardián del Convento San Antonio, Fray Ivo Muller, fieles de la Arquidiócesis de Río de Janeiro participaron este martes 26, de un abrazo simbólico al templo religioso.
El acto fue realizado con el objetivo de llamar la atención a los trámites burocráticos que vienen dificultando la conclusión de la reforma del convento. Las obras del monumento, que está localizado en el centro de la capital fluminense, comenzaron en 2007 y hasta hoy no llegaron al final.
Conforme la Arquidiócesis de Río de Janeiro, la adhesión al pedido de Fray Ivo fue masiva. Más de 170 fieles, entre operarios y devotos, se dieron las manos en la escalera del convento, después de la celebración de la misa, y rezaron para que la obra fuese concluida.
Entrevistado por la Arquidiócesis durante el evento, Fray Ivo destacó que el convento no es importante solo para los clérigos. «La cuestión es que si queremos atender al pueblo de Dios y los turistas que vendrán para acá por ocasión de los grandes eventos, inclusive para la Jornada Mundial de la Juventud, es necesario tener la casa organizada», dijo.
El religioso explicó que, a pesar de las obras, el convento no cerró. Conforme el guardián, los frailes continúan viviendo en la casa, y las celebraciones solo cambiaron de lugar; fueron para el Salón del capítulo, pero siguen atrayendo a millares de fieles diariamente.
Obras de restauración
De acuerdo con la Arquidiócesis de Río de Janeiro, durante las obras de restauración del convento fueron descubiertos, atrás de una gruesa pared, tres confesionarios. Conforme la coordinadora general del proyecto de restauración, Ana Lúcia Pimentel, debido a la época de su construcción, son las edificaciones de este tipo más antiguas del Brasil, substituyendo al confesionario del Convento de Santa Teresa de Ávila, en Salvador, Bahía, que data del siglo XVIII.
Además de estos confesionarios, fueron encontrados, después del retiro de varias camadas de pintura de las cinco capillas del período barroco que componen el Convento, tonos de dorado, efectos marmolados y pinturas raras. También, mezcladas las imágenes de madera, el equipo de restauración encontró piezas de terracota datadas del inicio del siglo XVII y que retratan el nacimiento y la muerte de San Francisco.
Convento de San Antonio
La piedra fundamental del Convento de San Antonio fue lanzada en 1608. Conforme la Arquidiócesis de Río de Janeiro, la edificación fue fundamental para la Independencia del Brasil, pues allá fue elaborado el discurso de Fico y el esbozo de la primera Constitución del Imperio. Por él pasaron grandes personajes franciscanos como Fray Fabiano de Cristo, conocido por su santidad e inmensa bondad.
Según la Arquidiócesis, el convento fue también un polo aglutinador del pueblo que vivía a las márgenes del lago y el Río Carioca (hoy ambos desaparecidos) y punto de partida para la asistencia religiosa en las áreas más alejadas de la ciudad, pues del convento salían los frailes en expediciones para el interior de la ciudad.
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